"Es verdad que me encanta correr ante tanto público, que nunca falla, nos anima todo el rato y eso te da una motivación suplementaria durante la carrera. Es una auténtica locura estar en este Tour, Francia se me da bien", aseguró el ciclista del Bora.
Lipowitz es ahora el mejor joven de la general, un objetivo que no se habían marcado, además de tercero provisional, un puesto en el podio que el equipo buscaba sobre todo con el esloveno Primoz Roglic.
"Veremos lo que pasa en los próximos días. Primoz ha vuelto a demostrar un buen nivel y todavía queda una semana intensa hasta París, pueden pasar muchas cosas. Primoz y yo nos entendemos bien, hablaremos con calma para ver la mejor estrategia en los próximos días. Podemos estar satisfechos como equipo", señaló.
"El maillot blanco es un sueño hecho realidad. No imaginaba tenerlo antes de venir al Tour. El principal objetivo era el podio", comentó.
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"Me he sentido bien en toda la etapa, desde el principio me he dado cuenta de que había recuperado bien de la crono y por eso estoy muy satisfecho", destacó.