Karina Molinas: "Valió la pena cada gota de sudor"

Como manda la tradición, a las 7:00 de la mañana (hora de Grecia, medianoche de Paraguay) del último viernes del mes de septiembre, se dará inicio a la 36ª edición de la Spartathlon.

Arrancando a los pies de la Acrópolis de Atenas y finalizando frente a la estatua de Leónidas En esparta, esta carrera comprende una distancia de 246 kilómetros que debe completarse en un tiempo de 36 horas, como máximo.

Por ello es mundialmente conocida como “la madre de las ultramaratones” y, desde que empezó a disputarse en el año 1983, nunca tuvo atletas paraguayos entre sus participantes.

Esta historia cambiará en esta edición, con la participación de Karina Molinas, ultramaratonista paraguaya poseedora de varios récords nacionales en esta modalidad.

La atleta ya está en Grecia, acompañada de su entrenador Fabián Duarte, quien sabe lo que es finalizar la Spartathlon, y de su pareja y compañero de competencias, Diego Píris.

En la mañana de este lunes, como parte de la adaptación al cambio de horario y al clima, recorrieron Atenas, “a donde mis piernas me trajeron”, comentó con orgullo Molinas, destacando que “un viaje se disfruta más si nuestras piernas nos trajeron a este momento”.

“Estoy caminando en el lugar de la largada, tratando de sentir toda esta energía, de conectarme con esta maravilla, y me doy cuenta que sí valió la pena cada gota de sudor del entrenamiento”, agregó.

La ansiedad y los nervios no pueden evitarse, pero igualmente Karina Molinas está “muy feliz porque nuestra bandera paraguaya va a estar acá, entre los grandes”, esa bandera que la acompañó desde la primera prueba que disputó buscando la marca que la clasificara.

Aquel objetivo lo consiguió en su primer intento. Hoy, va por otro: convertirse en “finisher” de la madre de las ultramaratones.