Schwartzman vivió en una montaña rusa durante todo el duelo. Por momentos, se mostró errático, aunque consiguió mantener el tipo. Pero, en otras fases del partido, enseñó su calidad con puntos espectaculares. Uno de ellos, un globo de espaldas desde la línea de fondo, será, sin duda, uno de los mejores del torneo.
Sin embargo, esa floritura no le sirvió para avanzar a los octavos de final. Algo mermado por la herida de la jornada anterior tras romper una raqueta, no consiguió dominar al número 57 del mundo, que en los momentos clave se llevó el gato al agua.
Schwartzman comenzó fuerte después de romper el servicio a Giron en el primer juego del partido. Sin embargo, en el sexto, el tenista estadounidense recuperó su perdida y después ganó con claridad (7-2) el primer tiebreak.
En el segundo set el guión fue casi igual pero al revés. El primero en romper el servicio fue Giron, que después, en el octavo juego, lo perdió. De nuevo, en el tie break, superó al argentino (7-4) para conseguir un billete para la siguiente fase.
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