Barty siempre ha destacado como una tenista poco convencional, tuvo un gran éxito en dobles con Casey Dellacqua, llegando a las finales del Abierto de Australia, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos en 2013, pero un año después, clasificada fuera del Top 200 en individuales y 40 del mundo en dobles, Barty -entonces con solo 18 años- decidió tomarse un descanso.
"Fue demasiado rápido para mí, ya que he estado viajando desde una edad bastante temprana", dijo entonces y agregó que "quería experimentar la vida como una adolescente normal y tener algunas experiencias normales".
