Zapata, número 119 del mundo, se verá las caras en la segunda ronda del torneo a Pablo Carreño, cabeza de serie número 8 y decimonoveno del ranking mundial, tras vencer un duelo en el que el tenista catalán fue el gran protagonista en la pista central Rafa Nadal de la instalaciones del RCT Barcelona-1899.
Robredo, que cumplirá 40 años el próximo 1 de mayo, no jugaba un partido en el cuadro principal de un torneo del circuito ATP desde julio de 2019 en Gstaad (Suiza).
Tres veces campeón de la Copa Davis con España y ganador de doce títulos ATP, el exnúmero 5 del ránking mundial, hace seis temporadas que transita por torneos Challengers, algo poco habitual en un tenista con su palmarés.
El gerundense, que entró en el cuadro con una invitación de la organización al ocupar el puesto 362 del ranking, perdió en la pista central, la misma que en 2004 le vio levantar el título ante Gastón Gaudio y disputar la final en 2006 que ganó Rafael Nadal.
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Esta vez cayó en primera ronda ante Zapata, pero el resultado fue lo de menos ya que Robredo afrontaba su participación como un premio para despedirse como tenista profesional en su casa.
Jugó su 'último baile' habiendo disputado tan solo dos partidos en todo el año, ambos en el Challenger de Monterrey (México), pero con ganas de acabar con buen sabor de boca una carrera que inició en 1998.
En sus 24 años en el circuito ATP, ha ganado 12 de las 23 finales que ha disputado, entre las que destaca, además del Godó del año 2004, el Masters 1000 de Hamburgo levantado en 2006.
Integrante del equipo español que ganó la Copa Davis en los años 2004, 2008 y 2009, Robredo fue cuatro veces cuartofinalista de Roland Garros, y también llegó en la antepenúltima ronda del Abierto de Australia (2007) y el Abierto de Estados Unidos (2013).
Durante el partido contra Zapata, el público presente en la pista Rafa Nadal ovacionó al jugador de Hostalric, que vivió un 'último baile' muy especial.