Desde el comienzo de la fase final de la competición, se quedaron por el camino nueve compatriotas de Schwartzman: Federico Coria, Sebastián Baez, Francisco Cerundolo, Federico Delbonis, Tomás Martín Etcheverry, Facundo Bagnis, Pedro Cachín, Camilo Ugo Carabelli y Juan Ignacio Londero.
La mejor raqueta argentina ha ido de menos a más en el torneo. Ante Dimitrov, realizó una de sus "mejores" prestaciones en un grande, como el propio tenista bonaerense reconoció.
Sus inicios en la arcilla parisina fueron dubitativos. En su debut, perdió un set ante el ruso Andrey Kuznetsov, procedente de la fase previa. Entonces se dio una nota de 6 sobe 10 en la que fue su 50 victoria en un Gran Slam.
Más en el alambre estuvo en la segunda ronda ante el español Jaume Munar, al que tuvo que remontarle un 2-0 para cerrar con un 2-6, 6-7 (3), 6-2, 6-2 y 6-2.
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Cada vez más curtido en los grandes, a Dimitrov lo liquidó enseguida (6-3, 6-1 y 6-2). Y eso que el búlgaro lo había "matado a palos" a comienzos de mayo en el Masters de Madrid.
"Cómo son las cosas, hace solo unas semanas había perdido contra él. Esta vez analicé con mi entrenador y he hecho un gran partido (...) Las condiciones lentas de hoy también me han beneficiado", aseveró el jugador, en alusión al día nublado y húmedo que influyó en la velocidad de la bola, más lenta de lo normal.
"Cometí 15, 16 errores en tres sets. Jugué un gran partido", añadió con orgullo el "Peque", quien, ataviado con un llamativo uniforme rosa, suple con su agresividad y velocidad en la cancha la escasa estatura (1,70 metros).
El semifinalista de 2020 tendrá que sudar para pasar a los cuartos. Si normalmente se entromete Rafa Nadal en su camino, esta vez será Djokovic, actual campeón del torneo.
"Voy a tener que sacar más fuerte y cerca de las líneas porque es uno de los mejores devolvedores del mundo, y él tiene un gran saque", pronosticó el "Peque". En la única ocasión que se midió a "Nole" en Roland Garros, cedió en cinco sets, allá por 2017.
En los otros cinco enfrentamientos en el torneo ATP, el bonaerense, de 29 años, también cedió ante el del Belgrado, quien acaba de cumplir 35.
Relajado después de su arrolladora victoria, el único representante de Argentina en el cuadro masculino individual tuvo incluso tiempo para pedir entradas para la final de la Liga de Campeones, que se disputa este sábado en París. "Por favor, organización del Roland Garros, lo podéis hacer", imploró.
Djokovic también comentó lo que le espera ante Schwartzman: "Es uno de los más rápidos del circuito, sus mejores resultados han sido en arcilla, es un oponente duro y ya jugamos muy buenos partidos en diferentes superficies. Estoy listo para la batalla física",
"El Peque", por su parte, es muy consciente de lo que exige un Grand Slam. "A cinco sets hay que estar muy preparado físicamente y mentalmente. No es joda jugar tres cuatro o cinco horas, hay que trabajar el cuerpo durante mucho tiempo", expuso.
El Roland Garros, vencido por las leyendas argentinas Guillermo Vilas (1977) y Gastón Gaudio (2004), es el escaparate perfecto para el tenis de brega y de intensos intercambios del indomable argentino.