Tras la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley de reforma del transporte público de pasajeros —que “redefine la rectoría sobre el transporte terrestre y modifica partes sustanciales de la Ley N.° 1590/2000”—, los choferes realizan esta tarde, desde las 15.00, un Congreso de Trabajadores, instancia en la que decidirán si convocan o no a una huelga nacional. El encuentro se realizará en el local de la Central Nacional de Trabajadores (CNT).
Una vez más, los gremios del transporte manifestaron su rechazo al plan normativo y advierten que la medida de fuerza “es casi un hecho”. Desde la Federación de Trabajadores del Transporte (Fetrat), su presidente, Gerardo Giménez, acusó al Gobierno de Santiago Peña de buscar coartar el derecho a huelga de los choferes.
El dirigente afirmó que los reclamos presentados durante las discusiones parlamentarias “no fueron atendidos”, por lo que el gremio denunciará ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que la reforma pretende limitar un derecho protegido constitucional e internacionalmente.
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El punto más conflictivo: el artículo 20
Giménez explicó que el sector sindical se opone, de manera enfática, al artículo 20 de la reforma, que mantiene la declaración del transporte público como “servicio público imprescindible”, habilitando sanciones ante interrupciones del servicio.
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En el Senado se había establecido que, durante una huelga, debía garantizarse un funcionamiento mínimo del 70% en horario pico y 60% en horario normal. Sin embargo, la Cámara de Diputados modificó este punto y redujo el mínimo exigido al 60% en todos los horarios, decisión que igualmente fue rechazada por los trabajadores por considerarla una vulneración a su derecho a huelga.
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“Promesas incumplidas”
El gremio recuerda que el conflicto se origina en el incumplimiento de compromisos asumidos con el Viceministerio de Transporte y el Ministerio de Trabajo, que posteriormente fueron trasladados al Senado y a Diputados sin resultados concretos.
“Cada vez que se llega al día de la huelga, se plantean soluciones que después no se cumplen. Hasta ahora no tenemos respuestas claras ante la vulneración del derecho a huelga”, afirmó Giménez.
“El principal reclamo es que el transporte no sea declarado servicio imprescindible, porque, según la Constitución Nacional y convenios internacionales no debe serlo. Por eso vamos a denunciar este atropello ante la OIT”, informó el dirigente sindical.
