Johnson se ha caracterizado en su corta filmografía en presentar filmes que rompen con el molde, aunque no se trate de trabajos experimentales ni vanguardistas. Lo había hecho en “Looper” y también en “Los últimos Jedi”, donde salió del eje del enfrentamiento Jedi-Sith, ofreciendo una película que interesase a un público mayor que los seguidores de la saga “Star Wars”.
“Entre navajas y secretos” comienza como una típica película de misterio. Muere un rico escritor de novelas detectivescas y todos sus familiares son sospechosos de su muerte. La policía comienza el infaltable interrogatorio a los familiares, en la mansión decimonónica. Y, por supuesto, se suma un investigador pintoresco, muy inteligente y de nombre extraño. Benoit Blanc es el Poirot de esta historia, genialmente personificado por Daniel Craig, que se aleja de su rol de James Bond con este personaje.
Como buena película de misterio, hay un reparto estelar de actores que incluye a Jamie Lee Curtis, Christopher Plummer, Don Johnson, Toni Collette, Michael Shannon, Chris Evans y la cubana Ana de Armas que resalta como la enfermera del fallecido. Realmente cada uno sobresale con diálogos acerados y sarcásticos.
Johnson dosifica muy bien el humor y la acción en esta historia que no decae en ningún momento.
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Pero lo que realmente rompe el esquema es lo rápido que se revela quien fue el asesino, sin que haga falta llegar al final. Pero al hacer eso, la historia adquiere un nuevo giro inesperado y logra mantenernos en vilo con una nueva incógnita.