La dirección de orquesta fue del uruguayo Ignacio Pilone y la dirección general de la estadounidense Jacqueline Cohen.
Tanto los cantantes como la orquesta tuvieron un muy buen desempeño artístico, en esta obra que se centra en el amor entre la modista Mimí y el poeta Rodolfo, quienes llevan una vida muy bohemia, junto con sus amigos.
Las sopranos Cohen y Manuela Hernández se destacaron sobre todo el elenco. La primera ofreció una voz agradable de oír, porque llegaba a notas agudas sin demostrar esfuerzo. En tanto la segunda aportó simpatía sin sobreactuar, lo que muchas veces es difícil conseguir.
Quienes encarnaron personajes principales también fueron buenas elecciones. Así resaltaron Alan Faría y Óscar Velázquez, con el dramatismo necesario que exige esta obra.
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El ensamble coral sonó pulcro. Así con escenografía y vestuario buenos, resultó ser una apuesta lograda. victoria.martinez@abc.com.py