Catupecu, explosión de rock

Con gran energía, la banda argentina Catupecu Machu hizo saltar a ritmo de rock a alrededor de 1.500 personas que participaron, en la noche del sábado, del segundo aniversario de Shamrock.

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La agrupación dio un repaso por sus dos décadas de carrera, manteniendo una fluida comunicación con el público.

Entre los antiguos vagones del ferrocarril, que reposan en el Arena Circo, la agrupación encabezada por Fernando Ruiz Díaz subió al escenario aproximadamente a la 1:45 con “El grito después”. “¿Qué pasa? ¿Qué pasa Paraguay?”, exclamó el vocalista, antes de dar paso a “Confusión”.

La agrupación, integrada además por el bajista Sebastián Cáceres, el baterista Agustín “El búho” Rocino, y el tecladista Martín “Macabre” González, tuvo como guitarrista invitado a Charlie Noguera, quien suplió con solvencia a Ruiz Díaz que debido a un problema en el dedo no puede ejecutar el instrumento.

“Óxido en el aire” siguió en el repertorio, antes de dar paso a uno de los primeros éxitos de la banda, “Gritarle al viento”.

“La presencia masculina es inmejorable, pero la presencia femenina es excelente”, exclamó luego Ruiz Díaz, quien también alabó los “shortcitos paraguayos”.

La canción “Plan B” y “Acaba el fin” también estuvieron presentes en el repertorio de la banda, que llamativamente dejó afuera de su presentación a viejos éxitos como “Eso vive” y “Eso espero”.

Con “Origen extremo” comenzó a incrementarse la energía del público, a la que siguió “Cuentos decapitados”.

La melódica “En los sueños” también resonó en la noche asuncena, antes de dar paso a “Cuadros dentro de cuadros”, una canción que, según dijo Ruiz Díaz, hace mucho no tocaban en estas tierras, y que llegó fusionada con el clásico “Across the universe”, de The Beatles.

Uno de los momentos más emotivos se dio al recordar a Gabriel Ruiz Díaz, el bajista fundador de la banda, que en 2006 quedó inmovilizado tras un grave accidente de tránsito. Al son de “olé, olé, olé Gaby, Gaby”, el público respondió en su homenaje.

“El mezcal y la cobra” y “Muéstrame los dientes” hicieron vibrar a la gente, que terminó estallando con “Hechizo”.

El grupo siguió con “Metrópolis nueva” y “Magia veneno”, que hizo saltar y cantar a todos los presentes.

Con el público cantando a capella se inició “A veces vuelvo”, para luego dar paso a los sonidos de guitarras distorsionadas y los golpes de batería.

“Dale” llegó como en varias tandas, mientras en la pantalla led del fondo se repetía esta palabra en varios idiomas, incluyendo el “néike” guaraní. Mientras, entre el público se armaban algunos pogos, un eufórico fan aprovechó para subir al escenario, pero fue rápidamente controlado.

“Macabre” tomó el micrófono para el momento punk, con el “Blitzkrieg bop” de Los Ramones, que siguió haciendo bailar al público.

Sin bises, ya que, según Ruiz Díaz, no quieren tratar al público “como imbécil”, la agrupación terminó su viaje de dos horas con la enérgica “Y lo que quiero es que pises sin el suelo”.

La apertura estuvo a cargo del dúo de bateristas 2DrumashUp, que fue muy bien recibido por el público, y la agrupación Salamandra, que hizo corear a la gente con canciones como “Disomnilán”, “Arrójame al infierno” y “El avión”; y los DJ Jorge Ratti, Majo Martz, Papu Flor y Conejo González.

Fue una noche enérgica, que tuvo al rock como el principal protagonista.

malonso@abc.com.py

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