En esta actuación, el invitado demostró ser un gran intérprete de clarinete, así como un músico virtuoso. Además imprimió su sello personal, ya que fue muy expresivo tanto facialmente como con el cuerpo.
Así acompañó con gran intensidad los temperamentos de esta obra, tanto dramática como graciosa, y se llevó calurosos aplausos por su técnica y habilidad para llegar cómodo a todas las gamas sonoras que la obra exigía para el clarinete, incluso cuando las escalas demandaban rapidez.
A la hora de dirigir, Mariozzi también mostró mucha personalidad. En la Sinfonía N° 3, “Heroica”, de Beethoven, sacó de la orquesta una gran energía, así como debía ser para interpretar una gran obra romántica pero también con pasajes dramáticos.
Completaron el repertorio con la obertura de “El turco de Italia”, de Rossini.
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El público premió con largos aplausos a Mariozzi, como también a la orquesta.
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