El cortejo fúnebre, integrado por unos 20 vehículos, llegó pasadas las 09:00 al templo local, donde se realizó el responso de cuerpo presente a cargo del párroco local, padre Tadeo Brzuszek, quien en todo momento resaltó las bondades del extinto comunicador social.
Pese a todo lo que hizo por la ciudad de Ñemby, ninguna de sus autoridades se hizo presente para despedirlo y acompañarlo hasta su morada final.
Algunos amigos, como Miguel Ángel Ramos y Cristina Salinas, esta última trabajó con Argüello en radio Ñandutí, resaltaron las virtudes y bondades del periodista, como su tenacidad y honestidad. “A Nicolás lo vamos a tener en nuestros corazones, porque era honesto como pocos en este país y vamos recordar siempre su honestidad y su tenacidad, porque no se arrodillaba ante nadie, pese a que era perseguido por las autoridades por defender sus ideales”, expresó Ramos.
Por su lado, Salinas calificó a Argüello como un gran amigo y compañero de lucha, y que nunca se cansaba de trabajar por los más humildes y en especial por los niños.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La parte más emotiva se vivió ya en el camposanto, cuando la orquesta de cámara local despidió al comunicador con música. El féretro fue depositado sobre el ataúd de su esposa Griselda, en el panteón familiar.
Argüello falleció el martes en horas de la madrugada en su casa, a los 65 años. Padecía diabetes, y en los últimos meses tuvo problemas renales que lo llevaron a realizarse hemodiálisis. Además, sufrió cuatro derrames y la semana pasada fue internado por un cuadro de bronconeumonía.
El comunicador trabajó por más de 30 años en radio Ñandutí. A través de su programa “La vida sigue igual” ayudó a miles de sus oyentes para solucionar algún tipo de problema y movilizaba a ministros y directores de entes.
Además dirigió la Fundación “Lo Mío Primero”, pese a que no llegó a registrarlo como tal, debido a la excesiva burocracia, y fue director de la Escuela municipal de la ciudad, entre otras actividades.
