La fiesta preparó el Sabalero, pero lo festejó el Negriazul
El favorito era Colón. Una multitud copó la Capital paraguaya y transformó La Nueva Olla en el Brigadier General Estanislao López de Santa Fe. Parecía jugar en casa, cada rincón del estadio de Cerro Porteño fue ocupado por un seguidor Sabalero. Y a pesar de este entorno de fiesta generado por los argentinos, Independiente del Valle fue mejor, jugó como un grande y como si no le pesara el ambiente de la final.
Buscó revancha de la Libertadores 2016 y encontró: en un partido perfecto alza su primera corona. El calor fue un denominador común en el comienzo del partido, pero el clima cambió, llegó la lluvia, que hasta suspendió el partido por más de una hora. Antes de que el brasileño Raphael Claus detuviera el juego porque el campo estaba repleto de agua, el conjunto ecuatoriano aprovechó un balón detenido y marcó el 1-0. Un centro de Cristian Pellerano, el mejor jugador del equipo por el español Miguel Ángel Ramírez, habilitó a Luis León en el área. El jugador definió de cabeza y anotó entre las piernas de Burián a los 25’.
El tanto fue un golpe para Colón y una calma para Independiente. Los argentinos ingresaron en un estado de ansiedad y los ecuatorianos dominaron el duelo en conjunto. Toques y asociaciones para defender y atacar. Cuando regresó la acción después de la intensa lluvia, el Negriazul aumentó al diferencia en una salida de contragolpe. John Sánchez recibió una pase a espaldas del lateral, encaró después de ganar una larga carrera y envió un centro que se desvió levemente en un rival para descolocar al arquero y anotar el 2-0 a los 42 minutos.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Nada fue casualidad. Independiente propuso y encontró. En el segundo período, cuando el partido llegada al final, Colón encontró vida. Pero antes, mucho antes, una de las grandes figuras en Belo Horizonte, Luis Rodríguez, erró un penal tapado por Pinos. El fallo condenó a los santafesinos, aunque a los 89’, una pirueta de Emanuel Olivera generó incertidumbre en la definición e inyectó a los miles de hinchas nuevamente al duelo. Pero en la insistencia, con más corazón y coraje que fútbol, el subcecampeón de América en 2016 liquidó el expediente. Otra vez contrataque, triangulación, con Marcelo Estigarribia como último hombre, y pase de cabeza para Cristian Dájome, que define con el arco en blanco después de que el guardameta haya salido lejos a intentar cortar. El 3-1 bajó la persiana de la primera Final Única y como cantó el grupo ecuatoriano, La Vagancia, en la previa: Independiente la vuelta vamos a dar. El puñado de hinchas, unos 500, aproximadamente, festejó ante la mayoría de argentinos que despidieron a su equipo entre aplausos y cánticos. Independiente se clasificó al Mundial de Clubes 2021.
@DarioIbarra01
