La obra comenzó en el año 2011 y debía estar lista en unos 14 meses. Sin embargo, pasaron casi nueve años y los trabajos nunca concluyeron. La cartera del Estado regaló unos G. 3.990 millones a la empresa Jónica SA de Natalicio Chase, actual presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap SA).
Según los antecedentes, la SND, en ese entonces a cargo del dirigente liberal Paulo Reichardt, adjudicó a la citada empresa la construcción del Estadio Municipal de Limpio, por un valor inicial de G. 6.789 millones. Sin embargo, el contrato se modificó dos veces para tener un incremento de G. 340 millones más (G. 7.129 millones).
De ese monto, la SND desembolsó G. 3.990 millones por la obra (62% del total). Pero nunca hubo avance y luego los trabajos quedaron abandonados dejando a la Liga Limpeña de Fútbol sin poder utilizar el espacio deportivo.
El presidente de la Liga Limpeña de Fútbol, Luis Arrúa, señaló que el objetivo es recuperar el sitio que por muchos años fue el principal lugar de esparcimiento de la comunidad. Calificó como un monumento a la corrupción la obra financiada por la SND.
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Indicó que ahora cuentan con el apoyo externo para el empastado del lugar. “El objetivo es volver a utilizarlo como un escenario deportivo. Vamos a volver a tomar posesión de nuestro espacio y si es posible queremos jugar la final del campeonato de este año en el sitio”, señaló.
Arrúa expresó que con el empastado asegurado el objetivo es conseguir el apoyo de comercios e industrias instaladas en la comunidad para la reparación de los tejidos y las antiguas graderías del estadio para su uso. Aclaró que la liga a través de sus recursos solo pretende adecuar una parte de la construcción abandonada para utilizarla como vestuario para equipos visitantes y árbitros.
Un convenio poco claro
El Estadio Municipal de Limpio, financiado por la Secretaría Nacional de Deportes (SND), en principio, iba a construirse en un inmueble de tres hectáreas en el barrio San Miguel de la fracción Cicomar de la comunidad. El terreno fue adquirido por la institución comunal durante la administración de Ángel “Toto” Gómez Verlangieri (PLRA) por G. 360 millones y era la contrapartida al proyecto de la cartera de Estado.
Sin embargo, esta propiedad no se usó y, por modificaciones poco claras en el convenio, la obra se realizó en el estadio de la Liga Limpeña de Fútbol.