Nacido un 10 de enero de 1955, Joel Nicanor Cubilla (65 años) tiene más olor a vestuario que muchos de los futbolistas de nuestro país.
El ahora encargado general del estadio Martín Torres, la casa del Sportivo Trinidense, se inició en el “Triqui” a los 15 años en la categoría Cadete. Luego pasó al otro club de Santísima Trinidad, Rubio Ñu, donde debutó a los 18 años en la División de Honor contra Cerro Porteño en el estadio General Pablo Rojas. El juego culminó sin goles.
Sobre su debut como futbolista profesional fue en el 1973. El carrilero por ambas bandas recuerda entre risas: “Me tocó marcar a Pedro Alcides Bareiro en mi debut y luego de un par de entradas fuertes mías sobre él, reaccionó y fue expulsado”.
El técnico que lo había promovido a la Primera fue don Cipriano Romero, padre de Julio César Romero, Romerito.
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A Cubilla lo “bautizaron” en la concentración antes del partido contra el Ciclón. “Llegué con mis cosas a la concentración, era el único ‘carasucia’ entre los experimentados, quienes ya habían preparado una cama solo para mí en medio de todos. Se me hizo raro, pero ahí era mi lugar y cuando me dormí, por lo visto ellos pescaron por mí y me sacaron con toda y cama afuera. Se vino una tormenta y me mojé todito, de esa forma me ‘bautizaron’ porque estaba para debutar en la Primera”.
Tras cinco años en la entidad albiverde el apodado “burro” por Gabino Morín, un técnico de inferiores, prosiguió con su carrera futbolística en Nacional, en 1978. “Lamentablemente ese año descendimos”, recuerda Cubilla. Aunque rápidamente “La Academia” se coronó campeón del ascenso y se ganó el boleto de volver a Primera en el 79.
Respecto a su apodo expresó: “Estábamos haciendo fútbol y rechacé una pelota que fue a parar a la otra calle. Entonces el técnico me dijo ‘mba’e pio péa nde burro’ y desde ahí me quedé con ese sobrenombre”.
“En 1980 retorné a mi casa (Sportivo Trinidense), donde jugué hasta los 39 años (1993). Me retiré con la frente en alto como futbolista y hoy me dedico día a día al club que me dio todo”, declaró.
El carrilero o simplemente lateral derecho también estuvo al servicio de la selección paraguaya juvenil en 1974. Disputó un par de amistosos en la antesala del sudamericano de Chile “pero una lesión me dejó fuera del torneo a último momento”, recordó el trabajador del fútbol. En su reemplazo fue llamado Nelson Alcides Mora, de Cerro Porteño.
Joel Nicanor también fue vicepresidente de la entidad auriazul de Santísima Trinidad en el 2009. En aquel entonces, el presidente era Federico Antonio Zelada. Ese año el “Triqui” se consagró campeón de la División Intermedia por primera vez en su historia. “Fue uno de los logros más importantes en mi vida”, expresó nuestro entrevistado.
El técnico que logró el campeonato y a la vez el ascenso fue Raúl Vicente Amarilla, hoy gerente deportivo del Olimpia. En el plantel del “Triqui” se encontraban figuras como Héctor “Matador” Núñez, Pánfilo Escobar, entre otros.
Es sabido que en la utilería de los clubes uno quizás pasa muchas cosas, respecto a esta área de trabajo Cubilla nos contó quién era el jugador con el pie más grande y pequeño que le tocó lustrar sus botines: “El arquero Arnaldo ‘Popi’ Giménez calzaba 47, nunca vi un pie tan grande. El más chico fue de Gustavo Legal, su calce era 36”.
Con sus 47 años detrás del balón, Cubilla se convirtió en una referencia para nuestro fútbol y muy pocos conocen su historia tras la pelota.
El encargado del Martín Torres tiene más de 500 partidos oficiales disputados en 21 años como futbolista. Hoy dedica su tiempo al club de sus amores, al que lo vio nacer y crecer como jugador.
Nicanor cuida el gramado de juego del estadio auriazul, pinta las rayas, también coloca y quita la red de los arcos luego de cada entrenamiento o encuentro oficial, y además es el indicado de dejar lista las medias, short, botín, canilleras y camisetas de fútbol de los jugadores del “Triqui”.
