Siete deportes metieron a Paraguay en el medallero panamericano histórico. De ellos, el golf (deporte profesional), a través de Fabrizio Zanotti nos dio el único oro, hasta el momento.
Pero muchos años antes de la hazaña de “Fabri”, el taekwondista Eulogio Jara comenzó a escribir la historia de nuestro país en el podio de los Juegos, cuando se colgó el bronce en la edición de Indianápolis 1987.
Recién ocho años más adelante, dejando en blanco la casilla guaraní en el medallero de La Habana 1991, nuestra historia de gloria se ensanchó.
La actuación de la delegación nacional en Mar del Plata 1995 perduraría por dos décadas como la mejor. En la época dorada del atletismo nacional, con grandes exponentes en los lanzamientos, y las artes marciales como una de las esperanzas, Paraguay obtuvo unas tres preseas: plata de Édgar Baumann (jabalina), y bronces del karate en equipos (Carlos Olmedo, Juan Manuel Fernández, Martín Escurra, Luis Hisaoka, Javier Rojas) y el taekwondo (Paola Viveros).
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Baumann, todavía vigente
El jabalinista paraguayo se hizo del segundo peldaño del podio panamericano al lanzar su implemento unos 78,70 metros, un registro que sería, entonces, récord sudamericano.
Años después, Édgar llegaría a lanzar 84,70 metros, marca que, hasta la fecha, más de 20 años después, sigue vigente como plusmarca sudamericana.
Las conquistas no pudieron continuar en Winnipeg 1999 ni Santo Domingo 2003, pero el sabor a gloria regresó en suelo sudamericano, en Río de Janeiro 2007. En una campaña de “bronce”, la selección nacional de futsal se impuso a Cuba (2-1), Guatemala (2-1), perdió con Brasil (0-2) y Argentina (3-4 en penales), y celebró su único podio en la Ciudad Maravillosa venciendo a Costa Rica por 6-5.
El fenómeno Hockin
El efecto Benjamín Hockin llegó hasta las aguas panamericanas. El nadador había logrado, años antes, los primeros títulos sudamericanos para el país en la categoría absoluta, se encaminaba a ir a sus primeros Juegos Olímpicos por Paraguay, y con marca A. Y sus hazañas también se vieron en los Juegos Panamericanos, cuando en Guadalajara 2011, se colgó el bronce en los 200 metros libre, entonces especialidad de “Benji”. Todo eso sin Paraguay contar con una piscina de dimensiones olímpicas (50 metros).
La edición mexicana de los Panamericanos también vivió el bronce obtenido por la dupla del experimentado Esteban Casarino y el joven Nicolás Caballero, en squash.
Era de los profesionales
Con la inclusión del golf en el programa deportivo, Paraguay, potencia sudamericana en ese deporte, vio crecer sus chances de conquistas, que comenzaron, de hecho, a llegar en mayor número desde Toronto 2015.
En Canadá, Julieta Granada comenzó con bronce su cuenta personal, que la llevaría a ser una de las más laureadas de nuestro plano en estos Juegos.
En el país del norte, la dupla de tenis compuesta por la profesional Verónica Cepede y Diego Galeano fue bronce, y se obtuvo una significativa medalla de plata para el tenis de mesa, en la modalidad de equipos, con Marcelo Aguirre, Alejandro Toranzos y Axel Gavilán.
Zanotti, el primer oro
En Lima 2019, última edición, Paraguay logró varios hitos para su deporte: su mejor cosecha en cantidad (cinco) y en posiciones (oro, plata y bronce), con el primer oro de su historia, a través de Fabrizio Zanotti.
En la capital peruana, los deportes profesionales, el tenis y el golf llevaron a Paraguay al punto más alto de su historia en estos Juegos.
Con Zanotti coronándose campeón panamericano, en el último día, el Team Paraguay cerraba sus mejores Juegos.
Antes, Zanotti, junto a Granada, el histórico Carlos Franco y la amateur Sofía García fueron plata en equipos; y Julieta en single.
En el tenis, Verónica fue bronce individual (se encamina a los JJ.OO.) y plata en el dobles femenino con Montserrat González.