Manuel Fleitas Solich, el Maestro

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Si alguien, en el fútbol paraguayo, merece el nombre de Maestro, ese fue Manuel Fleitas Solich. Nació en Asunción el 30 de diciembre de 1901. Falleció en Río de Janeiro el 24 de marzo de 1984. Estudió en el Colegio Nacional de la Capital, donde se recibió de bachiller en 1917. Enrolado en filas del Nacional Football Club, en 1915, ya en 1918 apareció en la primera división, y al año siguiente fue capitán de la selección nacional. Desde muy joven le gustó dirigir. Indicaba, orientaba y capacitaba con natural don de mando. Fue el virtual DT de los primeros cinco partidos internacionales de Paraguay.   

Le llamaban "Alfajía", pues era impresionante por su 1,90 de estatura, pero elegante y cerebral jugador. Con la Albirroja sobresalió por su amor propio, empuje y entereza. Fuerte, pícaro, seguro y penalero por excelencia, también aventajaba en el juego aéreo gracias a su estatura. Participó de todos los campeonatos sudamericanos desde 1921 hasta 1927. En 1928 fue transferido a Boca Juniors de Buenos Aires, donde jugó con notable suceso.   

Pocos saben que, en la época del amateurismo, Fleitas Solich fue invitado para integrar una selección argentina que realizó una gira por Europa. En España anotó un gol contra el Celta de Vigo, que fue el de la victoria. En el ocaso de su carrera vistió la camiseta de Racing de Avellaneda, en 1932.   

Fue grande como jugador, grande como entrenador pero sobre todo fue un gran maestro. Tenía una enorme capacidad de liderazgo y de convencimiento. Me contaba Constantino Urbieta Sosa, "contempo" de Solich, que todas las tardes pasaba por su casa de la calle Caballero para invitarlos a entrenar en el Nacional, junto con su hermano, Paciano. Sus amigos, colegas y pupilos le llamaron de mil maneras: para la familia y los íntimos era "Manolo", para los argentinos, "Grone", "Solichi" le decían sus jugadores, el periodismo local le bautizó "Alfajía". Los brasileños, "Don Freitas".   

Fue capitán del equipo paraguayo que debutó victorioso en la Copa América de 1921. Así formó aquel equipo dirigido por Durand Laguna: Angel Portaluppi; Venancio Paredes y Ramón González; Arsenio Rodríguez, Manuel Fleitas Solich e Isidoro Benítez Casco - Daniel Schaerer, Darío Lima, Ildefonso López, Gerardo Rivas, Francisco Vera. Rivas y López anotaron los goles de la victoria 2-1.   

Como entrenador, comenzó su carrera en Buenos Aires, en 1932. Su primer club fue Lanús; pasó luego a Quilmes, por último a Newell’s Old Boys de Rosario, antes de regresar al Paraguay. Aquí, como era obvio, dirigió a Nacional, en 1935, donde implantó un sistema de juego exitoso, que le daría al club el título de "La Academia". Fue formador de grandes jugadores y bajo su escuela surgieron los campeones de 1942 y 1946. También dirigió, en nuestro medio, a River Plate, Libertad y fugazmente a Olimpia.   

Llamado a dirigir la selección nacional, lo hizo con acierto y maestría. Como capitán y entrenador dirigió entre 1923 y 1928. Su primer partido, ya como entrenador absoluto, fue en la Copa América de 1942. Fue vicecampeón en los torneos sudamericanos de 1947 y de 1949, y campeón en Lima, en 1953. Condujo al equipo en la Copa del Mundo de 1950, y la última vez que dirigió a nuestra albirroja fue en las eliminatorias de 1965.   

Después de Lima fue contratado por el Flamengo, donde ya jugaban Sinforiano García y Duilio Benítez, y condujo al popular equipo carioca a ganar el tricampeonato, en 1953, 1954 y 1955. En el Brasil también dirigió a Palmeiras, Corinthians, Atlético Mineiro y Fluminense. A la luz de sus éxitos, lo tienta el Real Madrid y se va a dirigir en la temporada 1959-1060, y se lleva con él a Didí. Obtuvo 21 victorias, 5 empates y perdió 4 partidos, pero no llegó a completar la temporada.   

Se retiró del fútbol en 1973, y vivió sus últimos años en un departamento de la Calle Constante Ramos de Copacabana, Río de Janeiro, donde falleció. No tuvo herederos. Sus restos fueron sepultados en un cementerio carioca.   

Manuel Fleitas Solich hizo mucho más que muchos por el fútbol paraguayo. Pero el fútbol paraguayo hizo muy poco por él. Lamentablemente…
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