Los labriegos, según la denuncia, atacaron vehículos de los productores de granos con bolitas de cristal lanzados con honditas y que colocaron varillas entre la soja para dañar las máquinas cosechadoras.
Los operarios de las unidades consechadoras se percataron del hecho, pararon las máquinas, retiraron uno a uno las piezas de hierro clavados en el sojal.
Cinco vehículos afectados
De la misma forma, unos cinco vehículos pertenecientes a trabajadores y empresarios productores fueron afectados por varios impactos de bolitas de cristal, lanzados desde posiciones no visibles o desde los campamentos de los supuestos “sintierras”, ubicados en un predio adyacente a la propiedad en disputa.
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El representante de los empresarios, Dionisio Hildebrand, mencionó que en una chacra había varillas que habían sido colocadas en las líneas de soja con la intención de perjudicar la máquina, pero que luego de que se dieron cuenta de la trampa las retiraron y pudieron cosechar sin mayores inconvenientes.
Honditas
Hildebrand denunció igualmente que es muy peligroso pasar frente a los campamentos de los supuestos “sintierras”, porque desde los mismos son atacados con bolitas de cristal lanzados con honditas.
Aseguró que en el momento en que se estaba dirigiendo a los cultivos, su vehículo recibió varios impactos de los proyectiles lanzados, como mínimo, por cuatro labriegos escondidos cerca del camino.
Añadió el productor que constantemente reciben amenazas de que volverán a ocupar esas tierras.
Por su parte, el representante de los labriegos, Elvio Acosta, señaló que desconoce esos supuestos ataques y aseguró que actualmente están concentrados en resolver qué medida van a adoptar para “recuperar” las 20.000 hectáreas.
Añadió que están esperando directrices de los líderes del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) para tomar las medidas que correspondan a la actual situación.
Unos 500 labriegos
Unos 500 labriegos siguen apostados en un terreno ubicando cerca de las tierras en disputa. Los mismos no descartan una nueva ocupación como salida, razón por la cual el clima de tensión que reina en la zona en conflicto aún se percibe.
A mediados de enero publicábamos que 2.000 supuestos “sintierras” del Movimiento Campesino Paraguayo ocuparon un centenar de predios, con 21.000 Ha de extensión en la colonia 3 de Noviembre de este distrito, alegado que se trata de tierras fiscales, pero que los productores exhibían sus títulos de propiedad.
Las veinte mil Ha en disputa
Tanto labriegos del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) como empresarios menonitas aseguran que unas 20.000 hectáreas de tierras de la colonia Tres de Noviembre, del distrito de Repatriación, les pertenecen y que deben hacer uso de ellas. Por esa razón, desde el año pasado se vienen registrando tensiones y conflictos por ocupaciones y desalojos en el lugar.
Los “sintierras” insisten que los predios son fiscales y por Decreto del año 1974 con Nº 9334, pero el representante de los productores sostiene que las tierras ocupadas nunca pertenecieron al IBR (hoy, Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra - Indert) y que jamás fueron predios fiscales.