Ocho A revela “modus operandi” de Mota Engil en el fracasado metrobús

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Luis Pettengil Vacca, propietario de Ocho A.
Luis Pettengil Vacca, propietario de Ocho A.Archivo, ABC Color

El ingeniero Luis Pettengill, propietario de la constructora local Ocho A, subcontratista “designada” de Mota Engil en el fallido metrobús, dijo que abandonaron el proyecto porque la compañía portuguesa acumuló deudas por US$ 1,5 millones con su empresa, que hasta hoy no fueron canceladas. También aseguró que adeuda a otras firmas.

Con las afirmaciones de Luis Pettengill hechas a nuestro diario, queda claro que la firma portuguesa contratista del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) incumplió con el contrato de la obra, en el cual se resalta la sección VII del pliego de la licitación, cláusula 4.4: “El contratista no subcontratará la totalidad de las obras”.

-¿Por qué Ocho A dejó las obras del metrobús pese a figurar como subcontratista designada en el contrato?

-Nosotros dejamos las obras porque Mota Engil ya nos estaba debiendo 1.500.000 dólares, que hasta ahora no nos paga. Pagaba una pequeña parte de lo que se facturaba. Por ejemplo, facturábamos por 200.000 dólares y nos pagaban 50.000. Después ya se acumuló y ya no se sostuvo.

-¿Ya sabían que Mota Engil no tenía la capacidad de ejecutar la obra?

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-Nosotros siempre les dijimos que cambiemos la forma de trabajar, pero nunca nos hicieron caso, en pocas palabras. Pero el motivo principal por el cual nosotros dejamos la obra es la falta de pagos. No podíamos trabajar indefinidamente sin que nos paguen. Nosotros no éramos contratistas, no éramos los dueños del contrato que cobraba al MOPC, solo éramos subcontratistas y no cobrábamos un mes, dos meses, tres meses, cuatro meses, hasta que llegamos a un año y dejamos de trabajar por la falta de pago.

-¿La empresa adeuda a otras empresas?

-No somos los únicos, ellos les deben a montones de gente y mucha plata. Había montones de subcontratistas. Ellos prácticamente no trajeron nada, ningún equipo trajeron, todo subcontrataron y alquilaron. Básicamente no hacían nada, es el modelo que siempre usan. El Gobierno de ese momento decía que van a venir las empresas constructoras del mundo con su valija llena de dinero a trabajar acá, pero nunca trajeron un dólar. La primera plata que tuvieron fue el adelanto que les dio el Gobierno (anticipo de más de US$ 10 millones que cobró Mota Engil).

-¿Qué harán al respecto? ¿Tienen planeado demandar a la empresa?

-Algún día vamos a entrar a otras instancias seguramente y, mientras tanto, nos quedamos con el mono de la deuda. Hay mil historias que pasamos en esa obra y seguimos sin cobrar y vamos a seguir sin cobrar hasta que se dilucide todo esto. Seguramente vamos a recurrir a la justicia o las instancias que correspondan. Por el momento, estamos a la expectativa de lo que pueda llegar a pasar.

-¿Hubo despilfarro en este proyecto?

-Ahora veo que están rompiendo todo, lo cual no entiendo. Lo poco que se logró hacer están destruyendo y se puede interpretar de varias formas. Han de tener sus razones, tampoco creo que lo estén destruyendo por nada.

El cobro de pólizas está pendiente

El MOPC podría recuperar solo US$ 13 millones de los US$ 30 millones que pagó a la empresa Mota Engil, si logra ejecutar las garantías del Banco Itaú (por el anticipo) y de Royal Seguros (por incumplimiento del contrato). Esto significa que la cartera no recuperará ni la mitad de lo que desembolsó a la firma portuguesa por las obras que hoy están siendo demolidas.

Recordemos que la empresa no terminó ni el 30% del plan y pretende cobrar otros US$ 25 millones al MOPC, por los supuestos “perjuicios” que le causó el fallido proyecto del metrobús. Con este propósito, presentó dos demandas ante dos instancias arbitrales a nivel internacional.

victor.ferreira@abc.com.py