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Hasta el momento el Poder Ejecutivo nombró a cuatro políticos para el Consejo de Yacyretá y ni un solo técnico de la Administración Nacional de Electricidad.
De esta manera, la supuesta propietaria de la binacional sigue sin participar de las decisiones técnicas importantes, tal como sucede en Itaipú, donde tiene tres representantes actualmente, Víctor Romero, Sixto Duré y Osvaldo Román Romei.
Existen cuestiones técnicas que interesan al país y a la empresa eléctrica estatal, que hasta ahora no fueron atendidas por las administraciones de turno. Una de las principales es la postergada adecuación de la barra de 500 kV, que limita el retiro de la energía que corresponde a nuestro país en Yacyretá. Solo puede aprovechar hasta 450 MW de los 1.600 que le corresponde en su calidad de copropietario.
La ANDE, en 2010, adquirió dos autotransformadores de 375 MVA (Megavoltios Amperios) para la subestación Ayolas esperando retirar más energía. Destinó a ese menester US$ 12 millones, parte de la ampliación presupuestaria que le autorizó el Congreso, en el marco de la ley de emergencia.
En marzo pasado, el entonces titular de ANDE Carlos Heisele remitió una nota a Yacyretá urgiendo la adecuación de la barra de 500 para el verano 2013-2014.
La remisión de la nota de Heisele fue justamente porque la empresa no participa de las reuniones de Consejo, en las que se resuelven este tipo de proyectos.
Esta semana nombraron en Yacyretá a Carlos Arrechea (exintendente de Ayolas) y a Federico Schulz (exintendente de Hohenau). Antes designaron a Diógenes Martínez, exministro del dictador Stroessner, y Gustavo Samaniego, exjefe de campaña de Cartes. El primero en ser nombrado como director fue Juan Schmalko, exintendente de Encarnación.