BNF, obligado a ponerse a la altura de nuevos desafíos que se vienen

Soplan vientos de cambio para el Banco Nacional de Fomento (BNF) con la reciente determinación del Congreso de concentrar fondos públicos en la intermediaria estatal por unos US$ 500 millones y la modernización de su carta orgánica con un proyecto de modificación.

Cargando...

Independientemente de discutir la validez o no de la medida tomada en el Congreso para concentrar depósitos públicos en el BNF, la entidad puede hacer frente a esta contingencia demostrando eficiencia con los fondos que tiene actualmente para cumplir con su rol de fomento a la economía.

Será además oportuno que prepare su estructura, especialmente la mentalidad de sus funcionarios ante estos nuevos desafíos. Puede ser muy importante, en la medida en que el banco esté a la altura de los cambios. Tiene buen capital humano, pero aún siguen persistiendo prácticas que deben ser cambiadas por una mayor vocación de servicio a la gente, que hoy es aún una deuda que tiene el banco, sobre todo en sus unidades de negocios del interior del país.

Nos cuentan que si un productor quiere sacar crédito del BNF, si no compra insecticida del negocio de algún socio del gerente, o si no hace la escritura de hipoteca en la escribanía que está asociada con el gerente, o cuando no le regala una vaca, un caballo, algún chancho, la operación sencillamente se demora, inclusive no sale. Esta parte de la cultura instalada en el Fomento es la que necesita ser cambiada.

Liquidez

Mirando los números del banco, se puede ver que es una de las intermediarias con mayor liquidez del sistema que obliga a tener estrategias de colocación de los recursos.

Los fondos públicos, salvo los depósitos del Instituto de Previsión Social (IPS), que circulan en el sistema, son en su gran mayoría depósitos de corto plazo que entran en la tesorería del BNF alrededor del 24 de cada mes y se vacían en unas 72 horas, a lo sumo en una semana, porque son mayoritariamente salarios. Entonces, los fondos a ser concentrados en el BNF a partir de la nueva normativa servirán más bien para hacer negocios Overnight, que es una alternativa de inversión diseñada para obtener un retorno a corto plazo sobre sus excesos de efectivo diarios cuyos beneficios son el pago de intereses diarios, incremento de rentabilidad a corto plazo y la disponibilidad inmediata de los fondos. Este producto se aplica bajo los parámetros de verificación de oportunidades y riesgos establecidos por la institución. Más que eso no puede, aunque sí lo que podría hacer con el dinero ganado con esos recursos de cortísimo plazo es establecer algún fondo de fideicomiso para operaciones de mayor riesgo que no afecten al resto de los depósitos.

El BNF tiene un desafío importante frente al escepticismo que ahora se despierta por el pasado de manejo desprolijo con casos emblemáticos como un “clavo” del sector transporte por unos US$ 50 millones. Los funcionarios del Fomento y la estructura del banco tienen que demostrar que están a la altura del desafío. ¿Lo podrán hacer? Esta es la gran interrogante, aunque tienen tiempo suficiente si quieren hacerlo, ya que, a pesar de la nueva disposición establecida en el proyecto de ley de presupuesto 2016, los salarios públicos seguirán pagándose a través de los seis bancos privados que operan con el Estado porque los contratos recién vencen en octubre de 2017.

Fondos judiciales

Los otros recursos, eventualmente de largo plazo, que tiene el banco son los fondos judiciales para jugar en el tiempo y financiar proyectos más importantes.

Cabe recordar que entre 2003 y 2008 estos recursos pasaron del BCP al BNF que sirvieron para comenzar a estructurar una plataforma con algunos intentos de préstamos al sector productivo en torno al 15%. A partir de ahí el resto del sistema financiero se volcó al campo. La diferencia entre el BNF y los bancos privados es que el Estado garantiza todas las operaciones del Fomento mientras el resto solo tiene la cobertura del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

Por otro lado, se tiene que ver hasta qué punto la cultura de la administración de riesgo está instalada en el banco. Se desconfía que sigue habiendo mucha presión política sobre el consejo que busca desvirtuar los criterios técnicos recomendados.

Crítica

Se le critica al BNF por no cumplir su rol de desarrollo dentro del límite prestable que hoy tiene (2.000.000 de dólares). Hace falta una campaña fuerte de las estrategias que son exigidas a un banco de desarrollo, cual es el principio de la subsidiariedad. El BNF tiene que entrar en zonas donde tradicionalmente los bancos privados no quieren entrar porque no figuran dentro de su apetito de riesgo. Y lo debe hacer bien medido teniendo fondos de contingencia para cubrir eventuales pérdidas. Que vaya con esas operaciones de hasta 2.000.000 de dólares hasta que tome suficiente fuerza para que luego el sector privado pueda complementar.

De lo contrario, terminará con los mismos vicios de los grandes bancos que concentran la mayoría de su cartera en operaciones corporativas de grandes empresas. Esta no es la función de un banco de desarrollo. Todo esto cumpliendo a rajatabla los criterios de riesgo, porque no por haber inscripto una hipoteca tendrá la garantía de la restitución del crédito.

Técnicos del Fomento nos cuentan que una cantidad importante de hipotecas, con terrenos de “dos pisos”, se han encontrado; inclusive, estancias de dos y hasta tres pisos.

Si hoy no cumple en forma óptima con el límite que tiene, las cosas pueden complicarse en el futuro teniendo en cuenta que está en estudio un proyecto de modificación de la carta orgánica en cuyo Art. 14 se hace referencia al margen prestable. La propuesta es que los créditos y contingentes que el banco otorgue a una persona física o jurídica o a un grupo económico privado no podrán exceder, directa ni indirectamente, a una suma equivalente al 20% de su patrimonio efectivo vigente al cierre del ejercicio económico inmediato anterior. Los préstamos que se concedan a cooperativas podrán elevarse hasta el límite máximo del 20% del patrimonio efectivo. La masa patrimonial del BNF es hoy de unos US$ 150 millones, lo que significa que el tope crediticio puede llegar a US$ 30 millones.

Destina 48% a consumo

El Banco Nacional de Fomento (BNF) dedica la mayor parte de sus recursos a aquellos créditos destinados al consumo antes que a las actividades productivas y de desarrollo. A octubre de este año, los préstamos personales y el rubro de tarjetas de crédito representaron casi el 48% de su cartera, por un valor de US$ 212 millones, según el Banco Central del Paraguay (BCP).

En créditos de consumo tiene desembolsos acumulados de G. 1,190 billones, alrededor de US$ 212 millones, en préstamos personales para viviendas, tarjetas y otros.

Broa@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...