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El economista Gustavo Codas Friedmann asumió el 28 enero de 2010 la dirección general de Itaipú Binacional en reemplazo del liberal Carlos Mateo Balmelli y durante su gestión se desarrolló todo el proceso licitatorio y posterior adjudicación para la construcción de la línea de 500 kV a favor del consorcio CIE- Elecnor. La obra que terminó costando US$ 170 millones habría sido sobrefacturada y no se descarta que la misma haya formado parte de un esquema de sobornos montado por los principales referentes del Partido de los Trabajadores (PT) en el Brasil, para financiar las campañas políticas.
En diciembre de 2010, el diario Folha de São Paulo había publicado una lista de altos funcionarios en el gobierno federal de Lula Da Silva que habían accedido a dichos puestos por su militancia política en el partido. Entre ellos aparecía el nombre de Gustavo Codas como director de Itaipú, representando a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), de la que fue asesor de relaciones internacionales.
En esa misma época también ocupaba un lugar en el consejo de administración de la binacional el extesorero del PT, João Vaccari Neto, quien estuvo en Itaipú hasta enero de este año y hace un par de meses fue condenado por la justicia brasileña a 15 años de prisión por corrupción pasiva. Vaccari es considerado uno de los “cerebros” del esquema de sobornos montado con la estatal Petrobras y entre las firmas investigadas aparece un grupo empresarial del que forma parte Elecnor.
Bajo la administración de Codas se concretaron las adjudicaciones de las obras relacionadas al proyecto para el sistema de 500 kV que incluyeron la línea, la ampliación de la subestación de la margen derecha y la construcción de la subestación de Villa Hayes, por un monto total de US$ 550 millones, de los cuales U$$ 400 millones fueron aportados por el Brasil, a través del Focem, y la diferencia fue una contrapartida abonada entre la Itaipú y la ANDE.
El viernes último, ABC contactó con Gustavo Codas, quien reside actualmente en Brasil e intentó conocer su versión sobre este caso, pero, manifestó que no tenía “nada que declarar”. Pidió que se lo vuelva a llamar cuando esté en Asunción, a fin de año.