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Detalla en una nota enviada el pasado domingo que “la empresa recaudará US$ 1.000.000 al año aproximadamente, de los cuales la Dinac se quedará con US$ 200.000 en concepto de alquiler más canon, que implica el 20% de las ingresos brutos, que aumentarán siempre en proporción al ingreso facturado y considerando que la empresa como mínimo va a gastar un 40% en costos (personales, seguro social IPS, maquinarias, electricidad, etc.)”.
Añade que también hay que sumar 10% impuestos (renta, municipalidad, tasas). Se quedaría entonces con el restante 30% del ingreso como utilidad, es decir US$ 300.000 por año. “Considerando que la empresa Enersite va a invertir US$ 3.500.000 en la planta, recuperará su capital en 12 años, y también tiene que amortizar el costo del dinero y además generar ganancia”, intentó justificar.
Asegura además que con esta concesión (concretada entre cuatro paredes a espaldas del Congreso, pues no se ajustó a la ley de Concesiones y de Contrataciones Públicas, obviando la ley de APP) la Dinac saldrá “beneficiada” porque dejará de destinar plata a este rubro en la tercerización del servicio, que ronda los US$ 300.000 al año.
“La Dinac ganará con esta concesión US$ 500.000 al año, sin invertir un solo dólar, y también va a cumplir con la normativa internacional del tratamiento de estos residuos considerados patológicos”, añade.
Finalmente, indica que pueden “cometer errores” y que si es así en este caso están dispuestos “a enmendar”. La empresa Enersite SA, representada por Walter Dacovich, cobrará un canon a las aerolíneas por cada avión aterrizado, dependiendo de la capacidad de avión. Sería de unos US$ 150 a aviones de 100 pasajeros y US$ 350 a las de hasta 400 pasajeros.