Esta histórica reducción es un efecto del límite a la tasa de financiamiento de tarjetas de crédito, que entró a regir en setiembre del año pasado. Según los datos, los topes para las tasas usurarias bajaron 23% en un año, ya que en agosto del 2015 llegaba al 54,97%.
El porcentaje extremo para que las tasas no sean consideradas usurarias se calcula con la información de las intermediarias, y para ello utilizan un promedio móvil de las operaciones de crédito de consumo de los últimos 24 meses; por lo que se puede esperar una reducción aún mayor para los siguientes meses, que beneficiarán a los demás rubros de créditos del sistema financiero, como préstamos personales, comerciales y otros.
Desde hace varios meses hay una reducción de estos topes, fundamentalmente desde el debate de la regulación del cobro de intereses por los abusos financieros con las tarjetas. El techo de la tasa de interés llegó incluso al 58% en marzo del 2015.
Anteriormente, las tarjetas eran las que más se acercaban al tope usurario, pero hoy tienen un nuevo régimen de cálculos y sus intereses están muy alejados de ese límite que fija el BCP.
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Por otra parte, la reducción del límite de la tasa usuraria también incidió en la disminución de intereses en los demás productos, como préstamos personales, comerciales y otros, y principalmente benefició a la línea de sobregiro, que hace un año estaba en 48%, y en mayo último bajó al 38%, de acuerdo con los datos.
Respecto a las tarjetas de crédito, el límite de intereses vigente es del 18,38% para este mes. Ahora se aguarda el tratamiento en el Congreso de un nuevo proyecto que establecería un tope cercano al 30%.