La mayor contratación de potencia y energía por parte de la ANDE en Yacyretá responde a la necesidad de dar respuesta al crecimiento vegetativo de la demanda, es decir, es “inercial”, afirma el Ing. Ernesto Samaniego, exgerente de Planificación de la estatal. No cree que esta decisión tenga relación alguna con las negociaciones con Argentina, que están paralizadas hace tiempo.
“Hasta ahora no hay indicios de que haya una estrategia ni plan de acción coercitivo como para forzar algún tipo de negociación en Yacyretá”, añadió.
Recordó que las negociaciones comenzaron en 2014 y que no hay mayores avances. “Ya van a ser tres años y ni siquiera hay un borrador de las tratativas, salvo lo de cogestión y clarificación de la deuda, que son reverendas tonterías para nuestro país”, indicó Samaniego.
Por su parte, el Ing. Juan José Encina, vicepresidente de la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo (AISEP), señaló que esta no es la primera vez que la ANDE alcanza los niveles de contratación anunciados para la próxima semana. Esto ya se había dado en 2015, pero, ese año la ANDE tuvo rentabilidad negativa, porque a la hora de comprar energía de Itaipú y la EBY no optimizó el uso con respecto a lo que pagó, dijo el técnico.
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“En 2015 los gastos por compra de energía aumentaron 25% con respecto al 2014, cuando el incremento del uso de la energía en ese mismo periodo fue de 5%. Ese año la ANDE retiró menos energía de Itaipú que en 2014, pero contrató mayor potencia, con la gran paradoja de registrar una demanda máxima inferior a la potencia contratada en varios meses y no cumpliéndose el acuerdo operativo ANDE-Eletrobrás”, explicó.
Añadió que en ese lapso se trajo más energía de Yacyretá, pero a la vez se dejó de traer de Itaipú una energía que ya estaba pagada. El año pasado, después que se denunció esta situación, poco coherente técnicamente, en los últimos cinco meses de ese año, la ANDE volvió a demandar mayor potencia por encima de la del contrato de Itaipú, pero esa reacción tardía, de igual manera acarreará una rentabilidad negativa a la empresa en el 2016 adelantó. “Esto ocurre porque el impacto de la compra de energía en los gastos del presupuesto de ANDE es mayor al 40%”, dijo.
Por ello se requiere tener una gran atención en la definición de la compra de energía de Itaipú y Yacyretá, insistió. “Probablemente, el gobierno quiera aumentar la cesión en Itaipú para maximizar sus ingresos en tal concepto, pero se debe analizar detenidamente si esa decisión afectará negativamente al país. En otras palabras, las autoridades de ANDE deben ajustar el gasto de la compra de energía al mínimo y el gobierno debe definir si prefiere más ingresos por cesión o que continúen los cortes de energía en forma sistemática cada verano”, concluyó.