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El censo abreviado se realizará en 2014 y tendrá un costo operativo de unos US$ 6 millones, según informó este lunes el ministro de la Secretaría Técnica de Planificación (STP), José Molinas. El equipo evaluador que revisó los resultados del censo 2012 integraron representantes de instituciones de estadística como el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) de México, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)
y del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia, así como el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
“Como país, no vamos a quedarnos con un censo incompleto y con problemas de confiabilidad. Haremos lo necesario para contar con esta herramienta que es fundamental para diseñar nuestro desarrollo y combatir la pobreza de manera eficaz”, explicó el funcionario.
El cuestionario tendrá 20 preguntas –el anterior tenía 71–, y servirá para completar lo ya realizado en 2012, que no se llegó a finalizar.
Baja cobertura
Las actividades realizadas durante el censo 2012 alcanzaron a una población de 4,9 millones de personas, con lo cual no se alcanzó el 90% de cobertura recomendado para validar un trabajo de este tipo.
El grupo de expertos, junto a técnicos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), indicaron que otro factor que hace necesario el censo abreviado es que se tienen indicios de una población total que ha variado de manera importante debido a la emigración y a la reducción de la tasa de fecundidad, lo que hace aun más necesaria la realización de la tarea censal con un máximo rigor y calidad.
El censo de 2012 se realizó con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de US$ 12.500.000 y una contrapartida local de US$ 5.500.000. De ese préstamo, fueron utilizados en 2012 unos US$ 7.000.000, y durante el 2013, alrededor de US$ 2.800.000, en tanto que el resto de la ejecución será reprogramado para financiar el abreviado.