Agrega que las cifras demuestran claramente que Yacyretá se maneja como si su único propietario fuese el Estado argentino. “Es la señal que la gestión ignora a la otra parte, que solo es involucrada para ratificar las decisiones unilaterales del ocasional socio”, afirma.
También prueba que la usina –agrega Pozzo– desarrollada casi en su totalidad en territorio de la margen derecha, “fue diseñada para atender en exclusividad el mercado energético de la margen opuesta”.
Pozzo advierte que la “fabrica”, que funciona rompiendo los estándares técnicos, “prefiere la destrucción de sus máquinas y el peligro de desastre de poblaciones más al sur, y no la construcción del embalse compensador que redundará en mayor seguridad, más producción y notable eficiencia”. Añade que esta política impuesta en la EBY es totalmente descabellada. “Es la expresión de la temeridad oportunista y desintegradora, que, a nombre de dos naciones, no repara en los medios para conseguir el fin, un fin infelizmente convalidado por venales funcionarios paraguayos”, subrayó el investigador.
