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Sin considerar la Ley de Concesiones o la de Asociación Público Privada (APP), que rigen este tipo de emprendimientos, el presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Édgar Melgarejo, y el representante de Enersite SA, Walter Dacovich, firmaron en setiembre último un contrato de arrendamiento de dos hectáreas del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, para el montaje de una planta de tratamiento de residuos líquidos y sólidos.
La empresa invertirá en la planta US$ 3,5 millones y abonará un alquiler de US$ 7.000 al mes a la Dinac, durante un plazo de 20 años. En tanto que cobrará a las aerolíneas un canon de entre US$ 100 y US$ 150 (aviones hasta 50 pasajeros) y de US$ 300 a US$ 350 (más de 100 pasajeros) por avión aterrizado, según datos oficiales.
Las cifras de Dinac indican que actualmente arriban al aeropuerto 30 aeronaves por día; si Enersite les cobrara la tarifa mínima de US$ 100 a cada una de ellas, recaudaría US$ 3.000 por día y US$ 90.000 al mes, que son unos US$ 1.080.000 al año. Pero si tomamos la cifra máxima de US$ 350 por avión, el monto anual se eleva a US$ 3.780.000.
En contrapartida, la Dinac recibirá por el arrendamiento apenas US$ 84.000 al año. Édgar Melgarejo, titular de la institución, justificó la contratación directa alegando que “el Estado dejará de perder plata en la contratación de empresas privadas” para el retiro de los residuos y que “ganará plata” por el contrato de alquiler. Cuando le indicamos todo el dinero que se embolsará Enersite en poco tiempo de operación, señaló que “no lo había notado”, que se pondrá a hacer los cálculos y que, en todo caso, “se puede contratar a otra empresa para que haya competencia”.
Actualmente, los residuos líquidos recogidos de todas las aeronaves que arriban al aeropuerto son arrojados a una pileta de decantación que no funciona bien y los sólidos se depositan en un área de la terminal, que luego son llevados por una empresa tercerizada. Esto viola la legislación internacional.
Walter Dacovich, representante de Enersite, explicó a ABC que todas las maquinarias a ser adquiridas serán europeas. “La planta de tratamiento del Silvio Pettirossi será la segunda de este tipo en toda Sudamérica. La otra se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Al Estado paraguayo no le costará absolutamente nada”, expresó.