Teléfonos públicos abandonados reflejan ocaso de empresa estatal

En algunos barrios de la capital, e inclusive instituciones públicas y educativas, se pueden encontrar restos de los famosos teléfonos públicos de la Copaco. Esta función decayó estrepitosamente luego de la proliferación de cabinas públicas alrededor del año 2000, que generaron perjuicios que rondan los G. 12.000 millones. Solo en las sedes regionales de la empresa se sigue prestando el citado servicio.

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Hace unos 15 años se podía hablar por teléfono en cualquier esquina de la ciudad introduciendo unas fichas o monedas de metal al aparato instalado por la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antelco), hoy Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco).

En todos los barrios de la capital y ciudades del área metropolitana se podían encontrar los famosos “sombreros” rojos de la Antelco, con los equipos telefónicos para hablar con otra línea baja. Las fichas se vendían en cada almacén o minimercado.

El servicio fue decayendo con el ingreso de la telefonía celular en 1994, pero en el 2000 desapareció cuando la empresa pública permitió la habilitación de cabinas, las que dejaron millonarias deudas que rondan los G. 12.000 millones. Los explotadores del servicio cobraban por las llamadas nacionales y extranjeras sin abonar a la telefónica. Pese a las deudas impagas, seguían prestando el servicio hasta que una de las administraciones, según cuentan los antiguos funcionarios, “cortó el chorro”.

El cierre del negocio, que solo era para los propietarios de las cabinas, provocó una demanda ante los estrados judiciales del gremio que los agrupaba, Cateppar (Cámara de Telefonía Pública del Paraguay).

Pese a la millonaria morosidad que mantenían con la estatal –en el 2003– entablaron una demanda contra Copaco por G. 22.000 millones –el doble de lo que debían– por supuestos daños y perjuicios.

Luego de 10 años el caso sigue sin resolverse. Los morosos tampoco pagaron un solo guaraní a la compañía. Con el lucro cesante fácilmente la deuda de los “cabineros” superaría los G. 30.000 millones.

Funcionarios de la Copaco aseguran que los propietarios de las cabinas eran apenas prestanombres de los mandamases de turno de la empresa del Estado, quienes se habían quedado con todo lo recaudado.

Actualmente solo quedan restos de los aparatos en algunas esquinas de la ciudad.

Es preciso recordar que la empresa se fundó en el año 1923 bajo la denominación de Compañía Internacional de Teléfonos (C.I.T). En el año 1947, cuando era presidente de la República Higinio Morínigo, se nacionalizó pasando a denominarse Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antelco).

En 2001, con la aprobación de la Ley 1615/2000 (ya derogada) se convierte en Compañía Paraguaya de Telecomunicaciones (Copaco).

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