Entre diciembre de 2015 y marzo de 2019, la Municipalidad de Asunción realizó seis licitaciones públicas para la compra de pasajes aéreos y servicios conexos, por un valor total de 2.337 millones de guaraníes. A este abultado monto deben sumarse los viáticos cobrados por el intendente, los directores y los concejales que se dieron el gusto de realizar más de 150 viajes al exterior a costa de los sufridos contribuyentes. En tal concepto, Mario Ferreiro y sus subordinados recibieron hasta abril de 2019 la respetable cantidad de 733.157.011 guaraníes.
Por razones comprensibles, el Gobierno municipal no publicó los indignantes datos referidos en su portal de internet, pese a que el art. 3°, inc. e), de la Ley N° 5189/14 dispone que allí también deben aparecer los “detalles de viajes nacionales e internacionales, que sean financiados con fondos públicos, incluyendo beneficiario, destino, objetivos del viaje, fecha de realización y montos asignados, incluyendo un informe final de la misión”. Si así procedió, puede pensarse que los viajes fueron puro turismo de placer, sobre los que ni siquiera hubo informes. Mucho menos se puede esperar que alguna de las conclusiones se haya aplicado para mejorar la marcha de la ciudad.
El art. 8° de la misma ley castiga con 180 días de multa a “los titulares de Organismos o Entidades Públicas que incumplan la obligación de informar”, siendo de esperar que el intendente asunceno, así como quienes han venido presidiendo la Junta Municipal desde que fueron electos sus actuales miembros, tomen la iniciativa de abonar la multa a la Secretaría de la Función Pública.
Según el intendente Ferreiro, “los viajes son parte de una dinámica habitual de las instituciones”. Más de una vez nos hemos ocupado de las excursiones a las que son tan proclives los legisladores, de modo que no debería sorprender que también los ediles de Asunción tengan ese placentero hábito, que no les cuesta ni un centavo. Los resultados de esa envidiable “dinámica” no se trasladan, por cierto, a la gestión municipal, como bien saben los vecinos que deben soportar basurales, calles rotas y plazas ocupadas, entre otras desdichas. Tras las publicaciones de prensa, Ferreiro habría ordenado “un desglose de todos los viajes, los motivos y los resultados de los mismos y también la inversión”. O sea que hasta entonces no tenía una clara idea de la cuestión, cuyos detalles tuvieron que haber sido difundidos por la Municipalidad desde un principio. Parece que en este campo allí todo se manejaba “a la bartola”, como se dice.
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Los concejales alegan haber entregado sus informes al presidente de turno de la Junta Municipal –en este periodo fueron Hugo Ramírez y Óscar Rodríguez, ambos colorados–, pero ellos aún no han sido publicados. Empero, se sabe que en marzo de 2019 Rodrigo Buongermini (Juntos Podemos) cobró un viático de 12.209.949 guaraníes para viajar a la Argentina, por tres días, ¡con motivo del 43° aniversario del golpe militar que sufrió ese país! Como este edil dijo estar de acuerdo con los viajes si benefician a la ciudad, cabe preguntarle ¿qué tiene que ver el golpe militar con el Gobierno municipal asunceno? Por cierto, cuando la Intendencia pidió este año una ampliación presupuestaria para aumentar los sueldos de los más de ocho mil funcionarios, entre los que la clientela política está muy bien representada, se señaló que en las planillas figuraban 265 millones de guaraníes en viáticos que no fueron rendidos por los anónimos perceptores. No obstante, la Junta Municipal aceptó el pedido.
Es grave que se viole la ley al no publicar los datos relativos a los viajes sufragados por los vecinos, pero más grave aún es que los resultados de cada “misión” no se reflejan en la ciudad y que, al mismo tiempo, se malgasten fondos que podrían emplearse para obras y servicios de bien común. Algunos de los viajes son explicables por razones protocolares, como la asistencia a una conferencia de alcaldes celebrada en Miami en septiembre de 2017, pero ¿era preciso que Mario Ferreiro fuera acompañado por tres directores? En principio, otros pueden tener un carácter más práctico, como el vuelo que en febrero último realizaron a Israel los concejales Óscar Rodríguez (ANR), Humberto Blasco (PLRA), Federico Franco (Juntos Podemos) y Elvio Segovia (PDP), cada uno de los cuales recibió un viático de 33.891.144 guaraníes para participar en una gira sobre “Desarrollo urbano e innovación tecnológica”. En verdad, sería muy ilustrativo leer los informes finales de los viajeros y enterarse de cuántos beneficios tendrán para la ciudad los conocimientos adquiridos en las eruditas conferencias y en los enriquecedores diálogos mantenidos con los demás asistentes. Y, desde luego, tomar nota del férreo compromiso de volcar en obras y servicios todo ese saber acumulado.
El senador Sergio Godoy (ANR) presentó hace poco un proyecto de ley para que se eliminen los viajes de placer de las autoridades nacionales, generalmente camuflados como oficiales, y solo se admitan los de quienes deben representar al país y estén justificados. Como dijo, “ahora todo está en la web; no hace falta cruzar el Atlántico para asistir a una conferencia donde Paraguay no tiene ni siquiera la palabra”. Mutatis mutandis, lo mismo vale para Asunción. El edil Orlando Fiorotto (ANR), por su parte, elaboró una minuta para suspender los viajes de los concejales hasta fin de año. Es que, en su enorme mayoría, son una verdadera tomadura de pelo, en la que intervienen el Ejecutivo y el Legislativo municipales para que unos privilegiados realicen excursiones solventadas por quienes deben sobrellevar los efectos de una ciudad abandonada a su suerte por culpa de unas autoridades inútiles y sinvergüenzas.