CAACUPÉ (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El lema de la festividad de la Virgen de los Milagros de Caacupé es “Nos ardía el corazón cuando nos explicaba las Escrituras (Lucas 24, 32)”. Con la festividad, que se inicia el 28 de noviembre y culmina el 15 de diciembre, se lanzará el Año de la Palabra de Dios 2020.
En la presentación, prevista para hoy a las 09:00, se dará a conocer el nombre de todos sacerdotes que predicarán durante el novenario, del 28 de noviembre al 8 de diciembre. El lanzamiento eclesial de la festividad estará a cargo del obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela.
El presidente Mario Abdo Benítez anunció que estará presente en la misa central de las 06:00, el día 8.
Por otro lado, después de cuatro años, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) vuelve a hacer una intervención importante en la “Capital espiritual de la República”. En estos días previos, sus cuadrillas están asfaltando y recapando unas 78 cuadras en las calles de Caacupé, incluyendo la zona del microcentro y vías alternativas a ser utilizadas durante la fiesta.
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Asimismo, se instaló un puente peatonal sobre el arroyo Irala, en el kilómetro 57 de la Ruta PYO2, para brindar mayor seguridad a los fieles que peregrinan desde el desvío a Piribebuy.
Esta serie de trabajos es el resultado de un pedido realizado por las autoridades locales y monseñor Ricardo Valenzuela durante una audiencia con el ministro Arnoldo Wiens y el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a mediados de octubre de este año.
La CEP declara el 2020 como “Año de la Palabra de Dios”
La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) declaró al 2020 “Año de la Palabra de Dios” durante la asamblea llevada a cabo del 4 al 8 de noviembre en la casa de retiro “Emaús” de Luque. Aprobó también el guión homilético del novenario, que es como sigue: “Y Dios vio que todo lo que había hecho estaba muy bien”; “Recuerda que desde niño conoces las sagradas escrituras…”; “Que no te critiquen por ser joven”; “La Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros”; “Maestro, ¿dónde vives...? Vengan y lo verán”; “Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia”; “Cristo es nuestra paz”; “Siempre que ustedes lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron”; “Vayan y hagan discípulos” y “Muchos más dichosos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”.