Menta medicinal, un negocio que huele bien

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En la planta secadora  trabajan alrededor de 20 operarios y  12   pequeños productores de la zona le surten con materia prima.
En la planta secadora trabajan alrededor de 20 operarios y 12 pequeños productores de la zona le surten con materia prima.

El cultivo de menta medicinal es un atractivo rubro alternativo que genera una importante inyección económica en Mayor Otaño. Se trata de un producto con el cual nunca se pierde si uno hace bien las tareas, comentó el agricultor Miguel Escobar.

MAYOR OTAÑO, Itapúa (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). La menta entró a formar parte de la economía rural en este distrito desde hace aproximadamente 15 años, pero en el último lustro es cuando se consolidó como un importante producto agrícola alternativo a la siembra tradicional de soja y maíz en la región.

“Hace 15 años comencé con el rubro, y puedo decir que ahora el negocio está consolidado y creciendo, gracias al esfuerzo y la perseverancia, porque en el principio no fue muy fácil”, expresó Miguel Escobar, propietario de un secadero de yerba. Este emprendedor del sector rural también es productor primario de menta, que entra en la categoría de hierba medicinal.

“Yo cultivo anualmente unas 45 hectáreas, pero hay familias de pequeños productores que tienen desde una hectárea. Es un rubro permite dos cosechas al año y tiene un rendimiento de unos 3.000 kilos de hoja por hectárea. Incluso se puede llegar a 4.000 kilos, dependiendo del cuidado y algunos factores como suficiente lluvia en el momento en que la planta necesita para su crecimiento”, explicó.

De una hectárea de menta, con un rendimiento promedio, se pueden obtener unos G. 12 millones por año, de los cuales, descontando el costo de empleo de mano de obra, semillas, fertilizantes y fungicidas foliares, queda una ganancia neta que ronda los cuatro millones de guaraníes, expresó el mencionado productor agrícola.

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Además de su cultivo propio, Escobar acopia menta en hoja verde de otros pequeños productores de la zona y las procesa en su establecimiento, ubicado en las afueras del distrito. La hoja semiseca se paga a G. 4.000 el kilo, en el secadero, y la misma empresa industrializadora se encarga de retirar la materia prima.

Con el auge de las yerbas mates compuestas, la menta adquirió relevancia, pues prácticamente todas las industrias yerbateras del país emplean hojas de menta para mezclar con la yerba mate. “Solamente a una empresa yerbatera le vendo alrededor de 1,3 toneladas de hoja al año”, expresó.