Más de 150 mujeres de 15 pueblos indígenas que habitan el Paraguay reafirmaron los símbolos que identifican a sus comunidades, analizando las dificultades y necesidades que afrontan en sus territorios, así como las responsabilidades y nivel de respuestas de las instituciones del Estado que reciben ante los reclamos de atención y cumplimiento de sus derechos.
Las participantes denunciaron la persistencia de la extrema pobreza en varios pueblos que subsisten aislados, abandonados y con escasa atención a sus necesidades básicas. Además del lento proceso para resolver los problemas de la propiedad de la tierra (recuperación, demarcación, titulación y defensa).