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En 1997, mediante la modificación de su carta orgánica pasó a ser una Organización no Gubernamental (ONG).
La entidad estuvo manejada por más de una década por el “clan Núñez”, integrado por los hermanos colorados Basilio, Óscar y Ricardo. Los políticos convirtieron a la Opaci en su principal botín y ONG familiar.
Nombraron una decena de amigos, familiares, operadores políticos y hasta parejas sentimentales en la entidad.
Los Núñez se “apartaron” de la luz visible de la ONG y asumió como presidenta María del Carmen Benítez, intendenta de Ybycuí.
“Superpoderes”
La Opaci siempre se manejó al margen de las legislaciones, porque no se conoce ley que habilitaba los cobros que realizaba durante años.
Mediante intensos “lobbys” en la Cámara de Diputados la Opaci logró ser incluida en la Ley 5016/2014 “Nacional de Tránsito y Seguridad Vial” con superpoderes.
Incluso, con atribuciones para esquilmar a los contribuyentes de las 250 municipalidades de nuestro país con los cobros de G. 10.000 por la expedición y renovación de licencias de conducir.
En un intento de revertir la situación, los senadores realizaron modificaciones, pero los diputados se ratificaron en su versión original y apoyaron el “negocio” de Opaci.