LIMA, Dpto. de San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). La construcción del aula fue presupuestada en más de G. 58 millones y fue adjudicada a la empresa unipersonal “Miguel Ángel Cabrera Construcciones”. El contrato fue firmado el 12 de diciembre de 2014 y feneció el 31 de diciembre de ese año, 19 días después.
La empresa comenzó la obra, pero no cobró y la dejó inconclusa y abandonada.
En el año 2011 fue habilitado el colegio nacional María Auxiliadora, que funciona en la comunidad de Tercera Línea, Ybypé, de este distrito. Sin embargo, aún no cuenta con aulas, sanitarios y otras comodidades básicas para los 40 estudiantes que acuden a la institución, desde el séptimo hasta el noveno grado de la educación escolar básica.
El director de la institución, profesor Héctor Insfrán, explicó que por falta de comodidades no registran más cantidad de alumnos.
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La institución cuenta con un predio de más de una hectárea. Desde que iniciaron las clases desarrollan las actividades educativas en el patio de la escuela vecina, “San Pablo”.
Martín Rotela, miembro de la comisión de padres del colegio, lamentó que la única obra encarada por la administración del colorado Vicente Rodríguez en beneficio de la institución haya quedado inconclusa y abandonada. “Hace más de un mes que nadie viene a trabajar porque ni siquiera cobran las personas que trabajan en la obra”, criticó.
El secretario general de la Gobernación, Julio Franco, dijo que la obra está paralizada por la falta de transferencia de recursos de royalties por parte del Ministerio de Hacienda. Prometió que la obra será concluida.
Temor
Por otro lado, el director del colegio, Héctor Insfrán, remitió una nota a la Municipalidad de Lima para verificar las obras que se realizan en la zona a fin de constatar la calidad y seguridad de las construcciones. Tras el desplome de la galería de un aula construida por la Comuna con recursos del Fonacide existe temor de que otras edificaciones corran la misma suerte.
El caso se registró el sábado 4 de abril en el colegio Nacional San Isidro Labrador. El aula dañada era del octavo grado y fue construida por la Comuna.