“Estados Unidos ha concluido que el régimen de Asad usó cloro como arma química”, dijo Pompeo, asegurando que el ataque, ocurrido el 19 de mayo en la provincia de Latakia y como parte de su ofensiva para recuperar el control de Idlib, no quedará “sin respuesta”.
“Estados Unidos seguirá presionando al insidioso régimen de Bachar Al Asad para acabar con la violencia contra civiles sirios y participará en el proceso político liderado por la ONU”, siguió Pompeo.
Washington ya había dicho que sospechaba del uso de armas químicas en ese ataque, pero esperó para asegurarlo.
Investigadores internacionales dicen que el régimen de Al Asad, respaldado por Rusia, ha usado de forma reiterada armas químicas contra blancos civiles en su brutal intento de acabar con la guerra civil.
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El mandatario estadounidense, Donald Trump, ordenó ataques con 59 misiles en respuesta a un ataque con gas sarín en abril de 2017.
Pero este último anuncio de Pompeo muestra que el régimen de Asad no fue persuadido. El diplomático se negó a especificar qué tipo de respuesta planifican.