SEÚL (EFE, AFP). En su discurso para concluir la quinta reunión plenaria del actual Comité Central del Partido de los Trabajadores, Kim aseguró que no ve razón para preservar la medida activada por Pionyang desde 2018 sobre este tipo de pruebas de armas de destrucción masiva en el marco de distensión con Estados Unidos promovido por el presidente de ese país, Donald Trump.
Las palabras de Kim suponen un importante revés para las ahora bastante estancadas negociaciones sobre la desnuclearización norcoreana.
No obstante, el dictador norcoreano no cerró completamente la puerta al diálogo al decir que Pionyang potenciará su capacidad nuclear dependiendo de la “futura actitud de EE.UU.” hacia su país.
Kim afirmó que Washington ha respondido a la moratoria del régimen con ejercicios militares llevados a cabo conjuntamente con Seúl y con nuevas sanciones.
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“Bajo semejantes condiciones, ya no hay fundamento para nosotros en lo que se refiere a mantener este compromiso unilateral (de suspender pruebas de armas) durante más tiempo”, aseguró ante las élites del partido único norcoreano.
“Los actos hostiles y la amenaza nuclear contra nosotros van en aumento”, advirtió según KCNA Kim, que aseguró que “el mundo será testigo de una nueva arma estratégica que estará en posesión de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) en un futuro cercano”.
Con “nueva arma estratégica” Kim se estaría refiriendo probablemente a un nuevo tipo de misil balístico de alcance intercontinental (ICBM).
El régimen realizó recientemente dos pruebas de lo que se cree son nuevos motores para ICBM.
Pionyang declaró una moratoria unilateral sobre pruebas nucleares y lanzamientos de ICBM en abril de 2018, en el marco de la primera cumbre entre Kim y Trump, en Singapur.
En esa cita celebrada en junio de 2018 ambos países se comprometieron a “trabajar para la desnuclearización de la península”.
El diálogo sobre desarme no ha avanzado sustancialmente desde la segunda cumbre, en Hanói, en febrero de 2019, donde EE.UU. consideró insuficiente los planteamientos norcoreanos.
Trump plantea ayudar económicamente a la empobrecida nación comunista, y una eventual democratización.