MANAGUA (EFE). Un templo católico fue profanado en Nicaragua luego de que la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua advirtiera que el país “clama un cambio de rumbo”, en referencia a la grave crisis sociopolítica local.
Según un informe de la Asociación nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), personas no identificadas “entraron al templo y rompieron imágenes religiosas y robaron pertenencias” en la capilla Nuestro Señor de Esquipulas, de la ciudad de Tipitapa, en la zona Pacífico de Nicaragua.
Turbas sandinistas
La agresión ocurrió el miércoles, un día después de que la Comisión religiosa, presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, haya señalado que Nicaragua añora “una vuelta a la Constitución y a la institucionalidad. Este cambio exige la realización de elecciones (...) libres e imparciales”, como solución a la crisis.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La comunidad religiosa de Tipitapa confirmó que los desconocidos robaron pertenencias de la Iglesia católica, decapitaron una imagen de la Purísima Concepción de María y aplastaron la corona del Cristo Negro, al que además dejaron sin peluca.
Los católicos de Tipitapa denunciaron ante la ANPDH que, por el tipo de agresión, los atacantes pertenecen a “las turbas sandinistas”.
Esas “turbas sandinistas” son grupos violentos, seguidores del presidente Daniel Ortega.
En ocasiones constituyen verdaderos grupos paramilitares, armados por el gobierno, y responsables de asesinar a opositores.
Anteayer, también, los fieles católicos del departamento de Jinotega, en el norte de Nicaragua, denunciaron que el padre Eliar Pineda fue blanco del oficialismo en Jinotega, ya que las “turbas sandinistas” marcaron con pintura el vehículo del sacerdote, que es un modo de amenaza empleado por esos grupos.
La crisis que atraviesa Nicaragua, en la que cientos de personas han muerto en protestas contra Daniel Ortega, ya había sido advertida al presidente por el Episcopado nicaragüense en 2014.
El régimen de Ortega es responsable de la muerte y desaparición de centenares de personas, miles de heridos y decenas de miles en el exilio.
El clero demanda a Ortega que se abstenga de agredir o encarcelar a quienes no son sandinistas.
Ante estas denuncias, el gobierno arremete contra los religiososo, tildándolos de “golpistas”.
Casos anteriores
En momentos en que la Policía ha prohibido las manifestaciones contra el Gobierno, la persecución se disparó luego de que 11 mujeres iniciaran el 14 de noviembre una huelga de hambre en la iglesia San Miguel de la ciudad de Masaya, para demandar la liberación de más de 130 de opositores presos.
En represalia, las autoridades cortaron el servicio de agua y luz, y las fuerzas policiales rodearon la parroquia para aislar y presionar a las mujeres a desistir del ayuno.
También castigaron al párroco de la iglesia, el sacerdote Edwing Román, un crítico del Gobierno, a quien le negaron la provisión de alimentos y medicinas para la diabetes que padece.
