ESTAMBUL, Turquía (AFP, EFE). La aeronave tocó tierra, salió de la pista al aterrizar en un aeropuerto de la ciudad turca de Estambul y se partió en tres, un aparatoso accidente que se saldó con un muerto y al menos 120 heridos.
El Boeing 737 de la compañía Pegasus Airlines procedía de la ciudad costera turca de Esmirna y protagonizó un “violento aterrizaje” hasta salirse de la pista en medio de fuertes vientos e intensas lluvias.
El avión llevaba a bordo a 183 personas, 177 de ellos pasajeros, incluyendo dos bebés, y seis tripulantes, según confirmó el gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya.
Los dos pilotos, uno turco y otro surcoreano, resultaron gravemente heridos. La cabina de quedó completamente separada del resto de la aeronave y sufrió un pequeño incendio que fue controlado por los bomberos de la estación aérea.
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La mayoría de pasajeros pudieron salir por sus propios medios del aparato, mediante una escalera en la parte posterior, o caminando encima de las alas del aparato.
Los equipos de rescate fueron evacuando al resto, casi todos sin heridas graves, si bien 157 personas fueron trasladadas en un primer momento a los hospitales de la zona.
El gobernador explicó que el avión derrapó y acabó precipitándose por un terraplén de 30 metros, lo que provocó su rotura.
Un video difundido más tarde muestra a la aeronave deslizándose por la pista del aterrizaje, aparentemente ya incendiada.
Los expertos analizan las posibles causas del accidente, en una jornada de copiosas lluvias, pero sin fuertes vientos.
El aeropuerto de Sabiha Gökçen es el menor de los dos de Estambul y que se halla en la parte asiática de la ciudad.
Estambul es un importante centro aeronáutico para todo el tráfico entre Europa, Oriente Medio, Asia y África. En invierno las condiciones climatológicas pueden ser rudas, e incidentes menores han sucedido en el pasado.
En 2018, un avión también de la aerolínea Pegasus también salió de la pista en Trabzon, en el noreste de Turquía, hasta el borde de un acantilado. Ninguno resultó herido.