Promisorio respeto a la tregua en Afganistán

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Imagen de archivo de soldados estadounidenses desplegados en Afganistán, tras los ataques terroristas en EE.UU., de 2001.
Imagen de archivo de soldados estadounidenses desplegados en Afganistán, tras los ataques terroristas en EE.UU., de 2001.Archivo, ABC Color

Afganistán vivía ayer la segunda jornada de tregua en un alentador inicio del acuerdo de alto el fuego al que llegaron estadounidenses con fuerzas talibanes, lo que acrecienta las esperanzas de una paz estable en ese país, a dos décadas de la caída del régimen fundamentalista.

KABUL (AFP). “Quiero ver cómo funciona este periodo (de tregua) de una semana (...) Si funciona en la próxima semana, pondría mi nombre en él. Es hora de volver a casa”, afirmó ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, antes de partir a una visita de dos días en India.

Una tregua parcial de una semana entró en vigor el sábado en Afganistán, una condición previa para la firma de un acuerdo definitivo con los talibanes.

Negociado durante más de un año, el acuerdo de paz, que debe firmarse el 29 de febrero en Doha, allanará el camino hacia la retirada gradual de parte de los 12.000 soldados estadounidenses que permanecen desplegados en Afganistán, 18 años después de la invasión estadounidense tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

El régimen fundamentalista de los talibanes daba cobijo a Osama bin Laden, líder del grupo terrorista Al Qaeda, responsable de aquellos atentados en territorio estadounidense.

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Los talibanes, expulsados del poder en Afganistán por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, desarrollaron una implacable guerra de guerrillas que se ha cobrado la vida de decenas de miles de miembros de las fuerzas de seguridad afganas y más de 2.400 soldados estadounidenses.

Según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), 3.404 civiles fueron asesinados y 6.989 heridos sólo en 2019.

En su segundo día, esta tregua fue generalmente respetada, a pesar de algunos choques locales menores.

“En general, estamos viendo una reducción de la violencia”, dijo ayer el ministro del Interior en funciones, Massud Andarabi.

Se observaron enfrentamientos menores durante la noche en las provincias de “Kandahar, Balj, Badajshan, Kunduz”, dijo un funcionario del gobierno.

El sábado, los insurgentes mataron a dos soldados afganos, durante un choque en la norteña provincia de Balj, según un funcionario local.

Telefonía celular, un símbolo

Esta calma ha permitido la reactivación de las redes de telefonía móvil en grandes extensiones del territorio controlado por los talibanes.

Los talibanes regularmente destruyen antenas, amenazan a los operadores y secuestran a sus empleados. Muchas antenas repetidoras estuvieron fuera de servicio durante años.

Las redes celulares han sido un símbolo de la modernización del país desde la caída del fanático régimen talibán que retrotrajo a condiciones de la edad media al país, al instaurar una tiranía teocrática opuesta al avance tecnológico.