“No es una cerca. Es un muro”, precisó Trump.
“Respeto al gobierno de México. Respeto al pueblo de México. Los amo. Mucha gente de México trabaja para mí. Son fenomenales. El Gobierno es genial. No los culpo por lo que ha sucedido. No los culpo por tratar de sacar ventaja de EE.UU.”, sostuvo Trump.
A inicios de su campaña presidencial, había lanzado la polémica idea del muro, asegurando que costaría entre 8.000 y 12.000 millones de dólares, que serían reembolsados por el Estado mexicano.
Trump había también amenazado con intervenir las remesas que millones de trabajadores mexicanos envían desde EE.UU., si México no pagaba la construcción del muro a lo largo de los 3.200 km de su frontera sur.
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Además, había acusado a los mexicanos de ser “violadores” y “narcotraficantes”, y había dicho que deportará a millones de inmigrantes indocumentados en EE.UU., muchos de ellos mexicanos.
No obstante, México insiste en que no pagará por el muro. “Estados Unidos tiene el derecho de proteger sus fronteras”, dijo el canciller mexicano, Luis Videgaray.
“Obamacare”
El Presidente electo definió como “un completo y total desastre” la ley de Protección al Paciente y de Cuidado de Salud, promovido por su antecesor, Barack Obama. Este plan es conocido como “Obamacare” y permitió la extensión de un seguro médico a millones de estadounidenses que carecían de él.
Trump prometió en su primera rueda de prensa que el programa será “eliminado y sustituido en el mismo día, en la misma hora”; y afirmó que “vamos a tener un sistema de salud que es mucho menos caro y mucho mejor”.