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LA HABANA (ANSA). El año próximo habrá un “impulso” oficial al sector “cuentapropista” (que es como llaman a los microempresarios privados) y a las cooperativas no agrícolas como factores que ayuden a una “mejor calidad de vida”, y en el orden exterior se seguirán aceptando proyectos de inversión extranjera que ya están en fase de aprobación.
Según estadísticas no actualizadas recientemente, las cooperativas no agrícolas, establecidas en el entorno urbano y que administran antiguos empleados estatales convertidos en también pequeños accionistas, sobrepasan el medio millar.
“Hay que ver al sector no estatal como parte del desarrollo del país, importante para hacer crecer las riquezas”, afirmó ante una comisión legislativa el fin de semana Esteban Lazo, que preside el Parlamento nacional.
Sobre el proceso de aceptación de capitales extranjeros, Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras, reveló en otra comisión que son más de 40 los nuevos proyectos de inversiones a establecerse en Cuba ahora en fase “avanzada de negociación”.
Agregó que el país tiene “la premisa fundamental” de “diversificar” sus mercados.
Malmierca reiteró públicamente este año el concepto de que Cuba “jamás” volverá a depender de un solo mercado para su comercio, como ocurrió con la desaparecida Unión Soviética.
El ministro de Economía, Marino Murillo, mencionó la falta de estímulo para elevar la productividad y la eficiencia económica en las grandes y aparatosas empresas estatales, como la mejoría de salarios.
Actualmente, los sueldos estatales en Cuba, a nivel general, no sobrepasan el equivalente a 20 dólares mensuales.
El año que viene será para Cuba un año complejo en el cual debe aplicarse la unificación de las dos monedas que circulan paralelas en el país, para la cual aún no hay fecha anunciada.
La unión del peso nacional (CUP) con el CUC, una moneda convencional ajustada al valor en divisas, cuya unidad vale 25 pesos, ha sido descrita por el propio Gobierno como “imprescindible” para la economía.