Dirceu, detenido desde agosto de 2015, fue condenado a más de 31 años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco del escándalo Petrobras, alegando que una sentencia solo podía materializarse al ser confirmada en segunda instancia.
El exministro fue el gran operador político del Partido de los Trabajadores (PT) en el camino que llevó a Lula al poder en 2003. Se lo considera una figura clave de los dos escándalos que sacudieron a Brasil.
El primero fue el “mensalão” o mesadas pagadas para comprar alianzas bajo el gobierno del PT. El segundo, el “Petrolão”, que puso al descubierto una red a sobornos pagados por grandes constructoras a políticos y partidos para obtener contratos en Petrobras.