Fariñas acusa a comunistas de crear “genocidio social”

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MIAMI (EFE). El expreso político y opositor cubano Guillermo Fariñas acusó ayer en Miami al Gobierno comunista de Cuba de cometer un “genocidio social”, al tiempo que hizo un llamado a la unidad de todos los cubanos.

“El Gobierno cubano es un genocida social porque está tratando de desintegrar y denigrar a la nación cubana desde hace 54 años”, afirmó en una entrevista el disidente cubano de 51 años.

Como otros disidentes, Fariñas, que llegó a Miami acompañado de su madre, Alicia Hernández, ha podido salir de Cuba por primera vez gracias a la reforma de las leyes migratorias que entró en vigor en enero pasado.

Fariñas tiene previsto visitar, además de Miami, Nueva Jersey, Washington, Nueva York y San Juan de Puerto Rico, para luego viajar a Honduras, España, Polonia, Holanda, Bruselas y la República Checa, entre otros países.

Tras hacer un llamado a la “unidad de todos los cubanos” de dentro y fuera de la isla, el disidente, que es psicólogo y periodista independiente, dijo que en el momento actual es clave luchar de forma pacífica por la restauración de los valores democráticos en la isla.

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El propósito del viaje de Fariñas es doble: en primer lugar, “decirle a los cubanos que están en la diáspora que somos una sola nación y un solo pueblo” y después, pedir a la comunidad internacional que “se interese por el genocidio social” realizado por el Gobierno cubano.

“Ya es hora, tras 54 años de totalitarismo, de poner fin a este régimen que ha entrado en un proceso de descomposición, como prueba, el que cada día los que son gobernados son más difíciles de gobernar y a los que gobiernan les es más difícil gobernar”, sostuvo.

Después de visitar España, Fariñas se desplazará a Bruselas para recibir el premio Sájarov a los derechos humanos que le otorgó el Parlamento europeo en 2010 y que aún no ha podido recoger porque las autoridades cubanas le habían negado hasta ahora el permiso de salida.

Sobre lo mencionado, señaló que la concesión del permiso de salida adquiere “un gran valor”, ya que prueba que el Gobierno de Raúl Castro ha tenido que ceder. “Es una cosa que nos hemos ganado los cubanos de dentro y fuera de la isla, tras 54 años de denuncia del totalitarismo”, señaló.

Insistió en el mensaje de esperanza y denunció que quiere trasladar en su gira internacional. De esperanza, dijo, porque “hay que regresar a la isla para cerrar la brecha tecnológica y espiritual entre las sociedades democráticas y la cubana”, y además para “seguir luchando”.

Aseguró que regresará a Cuba, tras cumplir con las actividades previstas, “con más bríos para seguir luchando” que antes.