Francisco afirma que “la corrupción es la destrucción de la persona”

Este artículo tiene 7 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2393

El papa clamó contra la corrupción, a la que definió como “ciénaga” de la que no es posible salir y que causa “la destrucción de la persona”, tras concluir su gira por Chile y Perú. “¿En la Iglesia hay corrupción? Sí. Hay hombres y mujeres de Iglesia que entraron en el juego”, admitió.

A BORDO DEL AVIÓN PAPAL (EFE). “En Latinoamérica hay muchos focos de corrupción”, aseguró Francisco, quien añadió que también existe en países de Europa. 

Dijo que estaba de “moda” ahora a hablar del caso Odebrecht (la constructora brasileña acusada de sobornar a Gobiernos de varios países de Latinoamérica), pero que esto era solo un “botón de muestra” respecto a todo lo que existe. 

“Todos somos pecadores (...) pero luego intentamos no volver a hacerlo. Yo al pecado no le tengo miedo, le tengo miedo a la corrupción, que te va viciando el alma y el cuerpo”, añadió. 

Para Jorge Bergoglio, “un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás”. 

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

“Son como esos pantanos chupadizos, que tú quieres volver atrás, pero te chupan. Es una ciénaga. Es la destrucción de la persona humana”, argumentó. 

También afirmó que son corruptos “los empresarios que le pagan la mitad de su sueldo a los obreros” o “las amas de casa que piensan que es normal o explotar a las mucamas (asistentes domésticas) con el sueldo o el modo de tratarlas”. 

En una charla con los obispos peruanos el pasado domingo, el papa consideró que la política en Latinoamérica está en decadencia y “muy enferma” debido a la corrupción. 

Conexión con Davos 

Francisco pidió a los líderes mundiales que participarán esta semana en el Foro Económico Mundial que tomen medidas audaces para crear un futuro sostenible y centrado en el ser humano. 

Les instó a crear sociedades “incluyentes, justas y compasivas”, y llamó a los más de 3.000 asistentes al Foro, entre ellos 70 jefes de Estado y de Gobierno, a superar la fragmentación entre estados e instituciones y a trabajar juntos para facilitar un enfoque más abierto en un mundo cada vez más globalizado. 

Para el pontífice, el mundo empresarial tiene un enorme potencial para impulsar cambios sustanciales, al incrementar la calidad de la productividad, crear empleos, respetar las leyes laborales, luchar contra la corrupción y promover la justicia social.