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En los últimos tres años tomó fuerza el fenómeno de la autodefensa en el país, pero las autoridades hasta ahora no saben cómo lidiar con el problema.
En lugar de desalentarlos, algunos gobiernos locales han permitido que se multipliquen, a pesar de que son cada vez más las voces de preocupación de organismos civiles y especialistas que advierten sobre los riesgos de estimular su expansión.
El Consejo Coordinador Empresarial por ejemplo señaló a través de su presidente, Gerardo Gutiérrez, que los grupos de autodefensa son el claro ejemplo de que las autoridades han sido “rebasadas, ausentes, cooptadas o socias de los criminales”.
Sin embargo, dijo que el remedio “no puede ser un Estado en repliegue, que claudique en su obligación de velar por la seguridad de los ciudadanos. Ni siquiera como alternativa provisional”.