“Cuando se estaba cumpliendo el plazo para el remate recibí una llamada telefónica de que estaban trayendo la plata que era US$ 50.000. Llamó el presidente del Club, (Luis) Lezcano en aquel entonces, porque no estaba pudiendo llegar a tiempo. Pasaban unos cinco minutos de la hora del remate, la sala completamente llena de rematadores, todos ávidos de adjudicarse el club. Me golpeaban la puerta, pero yo no salí hasta que llegó el dinero y ahí mismo en la secretaría se solucionó el problema”, manifestó el juez.
15 de diciembre de 2019 - 01:00
Juez olimpista salvó a Cerro
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