Funcionarios de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú recibieron el pasado lunes la información de que habría ingresado una carga de bebidas alcohólicas de forma ilegal al recinto, por lo que ese mismo día se procedió a llevar a cabo una requisa.
De esta forma, al llegar al sector de Baldosería, se encontró una pistola calibre .32 de la marca Browning, cargada con nueve proyectiles, que estaban dentro de una bolsa y envuelta en papel celofán rojo a su vez, informó Joaquín González Blasa, director de Establecimientos Penitenciarios.
Luego de los procedimientos de rigor, se comunicó el hecho al Ministerio Público y ayer se hizo entrega de la pistola al fiscal Marcelo Pecci para la investigación.
Posteriormente se recabaron mayores datos sobre la pertenencia del arma y las sospechas recaen sobre un ciudadano extranjero que está preso por narcotráfico, quien fue trasladado a otro recinto, como medida de seguridad.
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Asimismo se trasladó a las personas privadas de libertad, asociadas al sospechoso.
Complicidad
Consultado sobre cómo pudo llegar el arma al penal, González respondió que pudo haber existido complicidad de los propios familiares, durante los días de visita, o bien de los funcionarios del sitio.
Sin embargo, tampoco descartó la posibilidad de que alguna persona pudo arrojar la pistola sobre la muralla de la calle México, donde no existe vigilancia.
El director González expuso que, en cuanto al ingreso de bebidas alcohólicas o estupefacientes, son los mismos familiares de los recluidos quienes intentan introducir los productos con la venia de los custodios.
En los casos de las bebidas, se prohíbe el ingreso de la persona que realizó tal acción; pero, en los que involucran drogas, como conlleva una sanción penal, se da participación a la fiscalía.
Más de 15.000 presos
Joaquín González expuso que la población de personas privadas de libertad actualmente asciende a 15.316, de las cuales 3.321 se encuentran en Tacumbú.
Añadió que, de las 18 cárceles existentes, solo el penal La Esperanza y las tres granjas de semilibertad no están con números en rojo en cuanto a hacinamiento.
Por otro lado, por la emergencia penitenciaria se contrataron 500 personas, con las que se llegó a 2.150, entre funcionarios y custodios, que rotan por turnos.
Armas de fuego no aparecen
Joaquín González también hizo referencia a las armas de fuego y un machete con los que posaban, en una fotografía, los internos del penal de Pedro Juan Caballero en el Año Nuevo. Continúan desaparecidas pese a las requisas que se llevaron a cabo en dicho recinto. Sin embargo, no se descarta la complicidad de los guardias. El machete fue incautado el pasado 2 de enero.