El millonario robo ocurrió en la madrugada del 25 de febrero pasado en la tienda de Biggie que funciona en Choferes del Chaco y Juliana Insfrán de Asunción, cerca de la radio Ñandutí.
Sucedió justo durante el turno de trabajo del cajero Alberto Agustín Valdez Noguera, de 19 años, quien estaba en el salón con una guardia de seguridad.
Las cámaras de seguridad del establecimiento grabaron todas las fases del ilícito, como por ejemplo cuando el malviviente aparece en la parte trasera del negocio y se dirige directamente hacia el portón que conduce al depósito.
Sabía cómo abrir el portón
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El primer elemento llamativo que se observa en la filmación es que el ladrón, por lo visto, sabía perfectamente cómo abrir el portón desde afuera, pese a que estaba asegurado por dentro.
El hombre usó quepis, tapaboca y una remera en el rostro, para ocultar su identidad.
En cuestión de segundos, el delincuente entró a la dependencia donde estaba la caja fuerte y la abrió con una llave que coincidentemente él ya sabía que estaba sobre el cofre.
Otro punto sospechoso fue que cuando accedió al depósito, el ladrón tenía su celular en la mano, como mensajeando con alguien o coordinando el golpe con otra persona.
También extrañó justamente el hecho de que el malviviente pudiera abrir tan fácilmente la caja y que luego huyera con el botín sin ser detectado.
Ofrecimiento
Cuando intervinieron policías de la comisaría jurisdiccional, y luego los agentes especializados de Investigaciones de Asunción, el cajero que estaba de turno fue el primer interrogado, pero solo para explicar el sistema de trabajo nocturno y de ese modo encontrar alguna vulnerabilidad que pudo haber aprovechado el ladrón.
Así, la pesquisa se dilató por al menos tres semanas, hasta que los propios directivos de la cadena Biggie aportaron datos relevantes que condujeron al esclarecimiento del hecho.
Resulta que, había sido, el cajero que estaba de turno durante el robo, Alberto Agustín Valdez Noguera, días antes de ese hecho supuestamente ofreció el “trabajo” a otro compañero de otra tienda.
Aparentemente, le dijo que era plata fácil y lo invitó a participar del autogolpe.
Asustado, el otro empleado rechazó el desleal ofrecimiento, aunque ya después del ilícito su compañero Alberto le envío por WhatsApp las fotos del dinero sustraído, con mensajes como que se había perdido una gran oportunidad de volverse millonario.
Presionado por su conciencia, este empleado que había rechazado participar en el robo delató a su compañero y contó lo que pudo haber pasado.
Finalmente, el viernes último, efectivos de Investigaciones de Asunción y la fiscala Daniela Benítez allanaron la casa del cajero infiel, en el barrio San José Obrero de Capiatá, donde fue localizado y arrestado.
El joven admitió el hecho y también delató al autor material del robo, quien resultó ser su vecino Juan Antonio Alfonzo Alcaraz, de 20 años.
Este sería también un exempleado de la cadena Biggie.
Al final, ambos implicados terminaron presos, aunque el dinero denunciado como robado ya no fue recuperado.
