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El nuevo acoso cibernético que asombró ayer a la ciudadanía cumple con el modus operandi de un depredador sexual de menores de edad.
Primero, la víctima recibió una solicitud de amistad en su cuenta de Facebook, de parte de “Belinda Rodríguez”, que se presentó al principio como una nena de 12 años.
El pedófilo tropezó con el inconveniente de que el niño conocía a la niña que aparecía en su fotografía. Rápidamente, cambió su foto y se “volvió a presentar”, pero esta vez como una adolescente de 15 años de edad.
Acto seguido se iniciaron conversaciones a través de la mensajería instantánea de Facebook, donde el acosador envió como suya la foto de una nena y citó a la víctima a un encuentro, para el cual le iba a pasar a buscar en vehículo su “hermano”. El chico no accedió a la reunión.
Tras varios intentos, el pedófilo logró sacarle un número de celular. Pero como el niño no posee el aparato y solo entra a Facebook desde el celular de su madre, este le proporcionó el contacto de su vecino, también menor de edad.
Desde ese momento, el agresor insistió a su víctima que le envíe fotografías actualizadas, algo que aconteció una sola vez. En contrapartida, los menores le pedían mensajes de audio y esto fue lo que desenmascaró al agresor debido a que enviaba audios de nenas que eran copias. Esto terminó alertando a los chicos y la víctima decidió contarle todo a la madre.
La mujer, al saber que su hijo estuvo a punto de ser víctima de un pedófilo, decidió encararlo con llamadas y mensajes, lo que hizo que desapareciera y borrara la cuenta falsa de Facebook.
La progenitora realizó las correspondientes denuncias en la comisaría de Luque y en la Unidad de Delitos Informáticos del Ministerio Público, para que empiece la caza del depredador sexual y que ningún niño pueda ser presa fácil de un degenerado.